Unos catetos

Hay que ver lo que son las asociaciones de ideas. Cómo nos llevan de una cosa a otra sin que tengan, aparentemente, relación entre sí. El otro día mi amigo Paco Muñoz, secretario general de la Fundéu y sanroqueño de pro, me regaló una garrafita de vino de Manilva, ya sabéis, ese magnífico néctar dulce malagueño del que dicen que es el mejor de la provincia.Esto me trajo a la memoria unas vacaciones veraniegas que pasé hace unos años, bastantes ya, en la provincia de Málaga. Por aquel entonces, otro amigo mío, Antonio Romero, era concejal en el ayuntamiento de la capital malagueña. Un día me llevó de vinos y además de descubrirme uno de los mejores restaurantes playeros que conozco, El Tintero, me dio a conocer un vino que en realidad es un híbrido de otros dos: el cateto. El cateto es una mezcla de vino dulce de Málaga (ya sea Manilva o Cómpeta) y de seco tipo jerez.Como el vino dulce me resulta un poco empalagoso, fui a comprarme una botella barata de jerez e hice la correspondiente mezcla. Fui ajustando la proporción de uno y otro hasta lograr un sabor que me resultara tolerable para poder beberme tres o cuatro campanazos sin que se sublevara mi estómago, siempre propenso a los molestos ardores.Casualmente, una vez finalizadas las tareas de bodeguero aficionado, me llamó otro amigo para que fuera a comer a su casa. Acepté, naturalmente, y me fui para allá provisto, entre otras cosas, de una botella de cateto fresco. En el coche llevaba un cedé deTabletom, casualmente un grupo malagueño, y la primera canción que escuché, camino del almuerzo fue esta en la que se menciona el cateto en la presentación:

Y como no es cosa de dejaros con un vídeo con imagen de foto fija (aunque la música compensa todo).Os dejo un par de ellos más, también de Tabletom.

Y este, que no me lo han dedicado a mí pese a su título: Paco.

¿Por qué será que esta concatenación de ideas culmina con la evocación de mi cuerpo serrano tirado en una playa tostándose al sol? ¿Necesito unas vacaciones urgentes?