Revista Filosofía

Unos cuantos consejos para quienes desean estudiar un posgrado en los EEUU

Por Zegmed

Unos cuantos consejos para quienes desean estudiar un posgrado en los EEUU

Ayer, después de un proceso largo y medio tortuoso por momentos, terminé mis aplicaciones para tres universidades de los EEUU, las envié y pagué los derechos de postulación respectivos. Habiendo concluido con esta etapa, se me ocurrió que algunos consejos útiles podrían servirle a más de uno de mis amigos que están interesados en postular fuera, pero en particular a los EEUU. Esto puede ser útil, en general, a quien lo revise, pero me concentraré en plantear las cosas desde mi experiencia. Tengo la impresión, sin embargo, que se tratará de aproximaciones que podrán ayudar a facilitar esta pesada experiencia, ojalá así sea.

1. Tomar una decisión

Creo que una parte central de este proceso, sino la central, es anímica: hay que tomar la decisión de postular. Créanme, no es una cosa sencilla ah. Supone un montón de riesgos de diversa naturaleza y además un pesado trabajo que señalaré más adelante. En mi caso, lo expongo con toda honestidad, supone y supuso enfrentarme a la posibilidad del fracaso académico: no ser admitido en una universidad (de hecho aún no he sido admitido en ninguna). El punto es poner las propias credenciales ganadas a prueba y entrar a competir a las ligas mayores de la educación de posgrado. De hecho es una experiencia que aún me da algo de temor, pero que, al menos, superé en el sentido de decidir a exponerme a ella. A esto se añaden otras cosas, como el tener que dejar cierto ritmo de vida, quizá algo holgado materialmente, para asumir, en cierto sentido, la economía de un chico de pregrado: estar algo ajustado, dedicarte casi solo a estudiar, etc., etc. Los primeros desafíos, entonces, son, a mi juicio, anímicos, retos al propio carácter, a la comodidad. En mi caso soy aún bastante joven, pero asumo que si ya se han pasado los 30 la cosa se pone más fregada aún, ni pensarlo si tienes que mudar a toda la familia o, peor, dejarla en tu país.

Tomada la decisión, que es algo bastante difícil, como digo, viene todo el proceso ya materializado de tener que postular. Veamos eso.

2. Hacerse un tiempo 

Quizá una de las demandas que surge como el correlato de una decisión honesta de postular es la de hacerse un tiempo para llevar a cabo el proceso y hacerlo bien demanda buen tiempo. Una postulación básica requiere, con ligeras variantes, lo siguiente:

a. Dar el TOEFL y el GRE

b. Escribir un Writing Sample (en inglés, claro; salvo en el caso de los suertudos que van a un Departamento de Español!).

c. Escribir un Statement of Purpose

d. Pedir por lo menos 3 cartas de recomendación

e. Llenar varios formularios

f. Pedir tus registros académicos en los centros de enseñanza superior en los que estudiaste, traducirlos y enviarlos.

g. Quizá, si eres piña (como yo en un caso), tener que mandar esto por correo y no electrónicamente.

d. Finalmente, aunque seguro algo se me pasa, debes disponer, como mínimo, de cerca de USD 1000 que pueden ser tranquilamente, si quieres postular a más universidades (yo solo postulé a 3), USD 1500.

Por todo esto, mi consejo central para quien quiera postular es que debe tratar, con todas sus fuerzas, de hacerse un horario muy riguroso de estudio y de tramitación (y ahorrar algo de plata, ¡claro!). En mi caso, por razones en realidad distintas (¡quería escribir un libro!), yo dispuse de este semestre académico (soy profesor universitario, para quien no conoce el blog) de tal modo que tuviese bastante disponibilidad de tiempo. Solo enseñaba en las mañanas de lunes a jueves. Todas las tardes y mis viernes eran días para trabajar. Por razones del destino, sin haberlo pensado así, terminé por animarme a postular para el semestre de Otoño del 2012 y, entonces, el tiempo del que había dispuesto para otras labores resultó central. Ahora bien, mis circunstancias son especiales por varias razones (gané un par de becas el año pasado y estas me dieron cierta holgura económica) por lo que no soy ingenuo como para decirle a la gente que deje de trabajar para postular. Mi punto es simple: si quieres postular necesitas tiempo y tienes que sacarlo de donde sea. Sin tiempo bien dispuesto, postular solo será una perdida de dinero y, de hecho, aún con tiempo bien organizado, postular es un azar. En otras palabras, no hay garantía alguna, pero entre participar de esa competencia feroz desarmado y con armas, creo que estar armado de tiempo es central. Hacerse horarios es algo que funciona muy bien. Yo, particularmente, detesto los horarios y no puedo adecuarme a ellos salvo cuando mi sueldo así lo demanda…pero dadas las circunstancias explicadas, un horario es fundamental, sobre todo si no se pueden descargar de trabajo.

3. TOEFL y GRE

Esta es quizá la parte más fregada del asunto. ¡Hay que estudiar pues! En mi caso fue terrible, porque cuando yo ingresé a la PUCP no estudié casi nada, por no decir nada (creo que repasé un poco la semana previa al examen). Jamás estuve en una academia y lo más cercano a eso fueron las separatas que algunos amigos me prestaron por ahí. Tener, pues, que ponerme a estudiar para exámenes de este tipo test fue una experiencia muy poco grata y para la cual no tuve ningún entrenamiento previo. Sin contar, por supuesto, que hay que hacerlo en un idioma que no es el propio.

El GRE tiene las siguientes partes: razonamiento verbal (comprensión de lectura, completar espacios y algo así como sinónimos), razonamiento matemático (la matemática convencional del nivel de quinto de secundaria de un buen colegio) y redacción (un ensayo de crítica al argumento de un tercero y uno de toma de posición). El problema, claro, está en que hay que aprender en un tiempo breve un montón de vocabulario nuevo y en que hay que volver a estudiar matemáticas…cosa que yo no hacía hace como 10 años. El primer asunto es complicado, porque buena parte del puntaje de razonamiento verbal depende del vocabulario y, créanme, hay vocabulario rarísimo que solo verán en el GRE y que jamás volverán a usar en su vida. Por eso, curiosamente, hacer matemáticas puede resultar muchas veces más sencillo que el razonamiento verbal. La parte de redacción requiere algo de entrenamiento también, pero ahí juega mucho que tan bien redacten en castellano. La articulación es central en cualquier idioma y me parece bien difícil lograr su desarrollo en poco tiempo.

El TOEFL, a juicio mío y el de todos los que conozco y lo han dado, es un examen bastante más sencillo. Sugiero, por ende, concentrar el tiempo de estudio en el GRE porque, además, varias de las habilidades que allí se entrenan sirven para el TOEFL (lectura y redacción). Lo más fregado del TOEFL, me parece y también a casi todos, es el speaking. Eso de tener que ensayar una respuesta en 15 segundos y luego articularla en 45 o 60 es realmente estresante. Mi único consejo es practicar harto antes del examen, no hay más. Recuerden, eso sí, que no se exige ni cercanamente perfección. Lo que los evaluadores buscan es que se les comprenda y para eso no hace falta ni una excelente pronunciación ni un manejo pulido de la gramática; sin embargo, obviamente, mientras menos bueno sea esto, menos buena será su nota.

Una última anotación sobre esto. Tanto el GRE y el TOEFL son exámenes estandarizados y no son concluyentes para que a uno lo acepten o no en una universidad. Sin embargo, qué tanto valen depende de cada universidad e incluso de cada individuo que forma parte del Consejo de Admisión. En ese sentido, no vale la pena relajarse mucho en estas cosas. Yo hablé con un profesor de una de las universidades a las que postulo por teléfono y me dijo algo que, creo, aplica para toda buena universidad: “si tienes buenos puntajes, probablemente eso no favorezca demasiado tu admisión; si tienes malos, es muy probable que la perjudique”. Además, recuerden que en muchos casos, sobre todo en programas doctorales, ustedes tendrán que enseñar en la universidad y, por ello, se requiere que tengan un buen nivel de inglés, en ese sentido un buen puntaje en el TOEFL es central, 100 o más sería lo ideal.

Una cosa más sobre esto. Personalmente, desaconsejo que paguen cursos para estos dos exámenes. Hay muy buenos libros y páginas web llenos de ejercicios y consejos. Los primeros los pueden conseguir bien fácil y fotocopiarlos, incluso. O, por último, los compran, no valen más de USD 20. Las páginas web son gratuitas y funcionan bien. Pueden ir también a la biblioteca de la Comisión Fulbright, de la que me hice caserito, para usar los libros y las computadoras gratuitamente. En resumen,  no paguen por un curso salvo que sean realmente incapaces de estudiar solos. Se los digo no con la soberbia de quien está por encima de los demás: yo pagué un curso de TOEFL hace algunos años (pensaba en postular en esa época) y a pesar de que mi profesora era muy simpática y la quiero mucho, todo lo que aprendí con ella lo pude aprender solo sin problema después. Luego, queda a juicio de cada quien, pero si son capaces de estudiar solos, no paguen un curso…se van a ahorrar harta plata!

4. Statement, Writing Sample y CV

Estos son tres componentes centrales de su postulación, así que, por favor, tengan mucho cuidado con ellos. Ahora, recuerden, esto no es una ciencia exacta, pero a toda persona que pregunten y todo libro que lean sobre este asunto de postular les dirá que estos documentos son fundamentales. Tienen, por ende, que hacer un buen statement: tienen que decirle a la universidad a la que postulan que son candidatos o candidatas con buenas cualidades que los distinguen del promedio y tienen, a la vez, que explicar porque ello hace match con lo que el departamento al que postulan ofrece. Son textos breves, máximo de 3 páginas, por lo que hay que usar el espacio con inteligencia. El WS tiene que ser un texto excelente, lo mejor que tengan escrito o  lo mejor que puedan escribir. Debe ser un texto, claro, que muestre no solo su talento para escribir, sino también el valor de sus ideas. Normalmente se espera que sea un texto que podría publicarse en una revista académica. Hay que trabajar bien en este texto, es muy importante. Finalmente, un CV bien organizado es central. Eliminen lo accesorio y dejen lo fundamental, lo que los pinte como excelentes candidatos. Hay ejemplos de CVs organizados ad hoc para estos fines en la biblioteca de la Fulbright, revísenlos.

Algo más, procuren que estos tres documentos, junto a sus cartas de recomendación, estén en mutua sintonía. La idea es que la información se entrecruce apropiadamente de suerte que los puntos de su CV, por ejemplo, se desarrollen en su statement; que las ideas esbozadas en este último se vean ampliadas en el WS; que los comentarios sobre su talento académico hechos por quienes los recomiendan se vean encarnados en los demás textos, etc.

En fin, estos son solo algunos consejos surgidos de mi experiencia personal pero, espero, útiles para la general. Sin duda hay algunas cosas que se me están pasando, pero si hay comentarios los podremos resolver por esa vía. Espero que quienes están interesados en estudiar fuera se animen es una experiencia muy intensa y valiosa. Si alguna universidad me admite, ya les cuento la otra parte de la historia. Mucha suerte!

PD: Ahora, siempre pueden tomar una mejor decisión y, simplemente, no hacer nada de esto…como sugieren los amigos de: http://100rsns.blogspot.com/


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