unos días difíciles

He pasado unos días difíciles. Aunque uno trate de rebelarse es inútil, la quimioterapia es un veneno espantoso que te ataca por todas partes y te anula casi por completo. Aún así siempre he sido consciente de que se trataba de algo pasajero, que desaparecería en dos o tres días. Ahora mismo no estoy del todo bien, pero definitivamente me encuentro mucho mejor, la prueba de ello es que estoy aquí sentado, otra vez escribiendo, otra vez eligiendo las imágenes y otra vez lamentándome porque tengo muy pocas de dónde escoger. Las de hoy pertenecen al último paseo por Madrid, por los alrededores del hospital. Cuando las tenga todas juntas va a ser interesante verlas porque tengo tantas imágenes del mismo sitio y hago un esfuerzo tan grande por no repetirme…

Por suerte para todos parece que voy a encontrarme bastante mejor cuando llegue Vilma. Viene a darnos un abrazo, así de simple. Es conmovedor notar cómo la gente cercana intenta hacer que me sienta bien. Claro que fundamentalmente viene a ver a su hermana, pero ya de paso yo me subo al carro. Y hablando de carros, algo que he notado últimamente es que son pocos los carros en los que aún puedo subirme. Ahora mis limitaciones empiezan a ser mayores que mis capacidades. ¿Qué cosas puedo hacer?: puedo pasear, tomar algunas fotos que no requieran un ángulo demasiado complejo ni un esquema de luces medianamente elaborado, puedo tararear alguna melodía sencilla, cocinar casi cualquier cosa, jugar al ajedrez, escribir, leer siempre que no sean textos demasiado sesudos, ver películas en casa… y poco más. ¿Qué cosas no puedo hacer?: todo lo demás. Así están las cosas.

De todas formas no me quejo. No tengo derecho a quejarme. Hay gente que está muchísimo peor que yo, gente que ha tenido una vida mucho más perra que la mía. En el fondo siempre sabré que durante un periodo bastante largo pude vivir como un espíritu libre, gozando casi cada segundo de una forma total, sin tener que rendir cuentas de nada ante nadie. Y eso queda para mí. Si la vida me da tiempo y energía no descarto la idea de escribir sobre ello, pero soy tan perezoso que no se yo si lo conseguiré.

De momento estamos ilusionados con la llegada de Vilma. Van a ser días intensos, de mucho ir y venir, comer cosas ricas y visitar lugares hermosos. Perfecto para mí y para mi cámara.