Revista Medio Ambiente

Unos llegan y otros se van

Por Davidalvarez
Unos llegan y otros se vanCollaba gris en los acantilados del Cabu Vidíu
Ya se ha terminado el mes de agosto y casi todas las especies de aves han sacado adelante a sus pollos y se preparan para pasar el invierno. Entre estas aves, algunas sólo nos visitan durante unos meses al año y al terminar la reproducción nos abandonan para dirigirse al sur, donde encontrarán un clima más benigno y el alimento que ahora ya empieza a escasear por nuestras latitudes.
Los vencejos, que desde finales de abril han llenado con sus reclamos los cielos de nuestras ciudades ya se han marchado hace varias semanas. La mayoría de las golondrinas que anidaron en los pueblos y aldeas los han acompañado, aunque aun quedan algunas rezagadas que ya están preparando el viaje. Miles de aves de otras muchas especies las acompañarán en su viaje hacia el sur, desde pequeños paseriformes hasta aves rapaces y cigüeñas entre otras.
Pero además de las aves que han elegido nuestra tierra para reproducirse, otras muchas que han subido mucho más al norte, atraviesan la Península Ibérica rumbo al sur. En su viaje, en el que en ocasiones deben atravesar largas distancias sobre el mar, llegan agotadas a nuestras costas, donde se detendrán para descansar y alimentase para proseguir su migración. Las collalbas grises, los zorzales, las alondras o los pequeños mosquiteros llegan en oleadas a las rasas costeras aprovechando los días con condiciones favorables, y allí permanecerán unos días o tan sólo unas pocas horas.
Pero no todas las aves se marchan y nos abandonan hasta el año que viene, otras muchas permanecen con nosotros todo el año y algunas deciden pasar sólo los meses de invierno, para retornar al norte al llegar la primavera.
La naturaleza no se detiene nunca, y antes de los que imaginamos los vencejos volverán a anunciarnos la primavera con sus gritos y sus vuelos sobre los edificios de las ciudades.

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