Revista Cine
Director: Steven Soderbergh
"Unsane" es lo último que ha estrenado a la fecha Steven Soderbergh (prepara dos estrenos para el próximo año); fue grabada con un celular, un iPhone, en oferta en su tienda más cercana. Esto instala la idea de que cualquier persona con un aparato telefónico puede hacerse llamar "director de cine". Eso es bueno, dicen, porque es democrático; o sea, si estás en contra, eres un fascista, probablemente una de las doctrinas políticas más transversales e inclusivas (ejem) de la actualidad. Como sea, "Unsane" me ha sorprendido gratamente. Para empezar, no la calificaría como película de terror, etiqueta con la que se vendió en todos lados, seguramente por la premisa argumental. Dicha premisa consiste en que la protagonista, una mujer que trabaja en un banco, es retenida contra su voluntad en una de esas siniestras instituciones mentales que tanto pululan por Estados Unidos. Pero esa es la premisa y lo sorprendente son las múltiples capas que se desenvuelven a partir de ella. Primero está la razón de por qué la retienen contra su voluntad, la cual tiene menos de horroroso (en tanto género) que de, digamos, crítica social (no tardan en explicarnos los motivos del secuestro perfectamente legal... vacíos legales, claro, que le sirven a los grupos económicos). Luego está lo más interesante del argumento, y es que dentro de esa pesadilla de verse atrapada en una institución, con sus trampas corporativas y demás burocracias, surge otra pesadilla aún mayor para la protagonista, aspecto narrativo que tampoco voy a revelar. Así las cosas, "Unsane" no es una película sobre instituciones malditas, personas al borde de la monstruosidad (física, al menos: no está el asesino enmascarado, los garfios o demás trucos) y secretos sótanos llenos de cadáveres, sangre y tanto efectismo más; al contrario, el terror al que apela Soderbergh es menos efectista y estético que conceptual y, si me permiten la pedantería, social o político (aunque no teman, la película no está llena de proclamas virtuosas y políticamente correctas, simplemente sabe hacia dónde dirigir sus dardos, y lo demás surge por su cuenta). Es, en cierta forma, el callejón sin salida en el que nos vemos atrapados, con las manos atadas, cuando las leyes, vagas, le dejan el campo abierto a toda clase de depredadores (instituciones o individuos) para campar a sus anchas. Aunque se pudo aprovechar mejor la posibilidad de jugar con la ambigüedad psicológica de la protagonista (no obstante el título, nunca dudamos de su salud mental, aunque, con toda razón, la muchacha sí que tiene los nervios destrozados, más aún luego de la doble pesadilla que debe soportar), lo que significa que la atmósfera no es particularmente opresiva, "Unsane" se erige como una buena película principalmente gracias a la interpretación de Claire Foy (actriz televisiva que ahora quiere crearse una carrera en el cine, y parece que no ha elegido malos papeles, al menos respecto a valor mediático: es la nueva Lisbeth Salander y la esposa de Ryan Gosling en "First Man", lo nuevo del niñito ese que dirigió la la land), la única actriz propiamente tal del reparto (a excepción de Juno Temple, cuyo rol es tan divertido como anecdótico e instrumental; y del cameo de Matt Damon, cuya carrera parece que se redujo a eso), y a que se decanta por ser un thriller sustentado en, digamos, la acción, la situación adversa de la protagonista: el que nadie le crea, el que nadie le haga caso, el que todos se aprovechen de ella..., lo que te asegura un ritmo constante y sin altibajos, que tiene un propósito reconocible. Sumen a ello un puñado de escenas verdaderamente potentes, en donde de paso se aprovecha cierta ambivalencia moral (la protagonista parece, por momentos, convertirse en "villana"), y obtenemos una película bien facturada cuya propuesta se aleja de los tópicos del "terror", o, en su defecto, de las tramas sobre tenebrosas instituciones psiquiátricas. Y aunque la imagen es bastante fea (a pesar de los trucos en post-producción para crearle la ilusión de "look cinematográfico"), no afecta que el instrumento de grabación haya sido un teléfono cuyo fin, seguramente, es garantizarte buenas fotos para el Instagram (o una buena conexión a Twitter).En definitiva, una más que recomendable película que se disfruta gracias a la conjunción de un interesante y efectivo guión, y la labor de un director que, aunque no es infalible, se le nota el oficio como tal (aunque me irriten estos experimentos formales suyos). Sí señor, gratamente sorprendido. "Unsane" supone un buen panorama para un domingo como cualquier otro.