Jason Reitman, quien antes sólo era el hijo del director y productor Ivan Reitman, con su corta pero sustanciosa obra (antes hizo esa joya de la adolescencia llamada Juno), se anota ahora si de verdad un hit con esta película (2009) que conforma un fresco social contado con ingenioso humor descarnado, de lo que somos todos hoy en el mundo inmersos en la crisis económica mundial: solitarios aun estando acompañados, competitivos, tan frágiles como siempre, expertos en fabular historias fabulosas de nosotros mismos y sobre todo, supervivientes de la soledad, el temor al fracaso y de unos de los miedos primigenios: el temor a la incertidumbre, a lo desconocido que sin duda mostrará a la sociedad del futuro si el planeta no colapsa antes, como éramos en el comienzo de la segunda década del siglo XXI.
Los personajes situados en el competitivo mundo corporativo se mueven los de mayor experiencia como peces en el agua mientras que los que llegan sueñan con cambiar el mundo con su inteligencia y originalidad. El protagonista (un George Clooney elegantísimo y humanizado) es un ejecutivo de una compañía cuya tarea es asesorar a las personas que enfrentan el despido de las empresas a las que han entregado sus vidas, hace su trabajo con diligencia y efectividad mientras ha hecho de sí mismo un espacio vacío en tanto viaja por avión acumulando envidiables cifras de millas por viajero frecuente por todo el país llevando ‘buenas nuevas’ al montón de seres anónimos y de los que se asegura no saber más, sobre la nueva oportunidad que tienen de comenzar de cero.
El mundo aséptico de alguien que nunca se compromete, que es exitoso, y que sostiene de cuando en caundo apasionados encuentros sexuales evitando cargar con el peso de los problemas cotidianos, filiales y de lastres materiales y que vive la mayor del tiempo literalmente en el aire; se quiebra con la presencia de una novata (Anna Kendrick descubierta para brillar como actriz) perversamente efectiva pero llena de expectativas tradicionales: matrimonio, hijos, estabilidad, quien será el detonante de la transformación que sufrirá el protagonista mientras vive una aventura sexual con otra ejecutiva de la que no sabe nada (Vera Farmiga) y que jugará con sus mismas cartas llevándole al rompimiento definitivo de su fantasía.
Al fondo, la familia lejana que imperceptiblmente le obliga a posar su mirada sobre sí mismo cerrarán el círculo existencial para enfrentarlo de cara a sí mismo con una crudeza que nos saca de la silla exhaustos y convencidos de haber pasado por una explosiva experiencia vital.
El trío protagonista (Farmiga-Clooney-Kendrick) es letalmente acertado mientras la historia y la manera como se cuenta son de lujo, basta con ver cada uno de los precisos, variados y dolorosamente recreados momentos de los anuncios de despido. Desde los créditos hasta el último fotograma ‘Up in the air’ es sin duda una película para RECORDAR. Este film será un punto de referencia en la historia del cine.
Notas:
Anna Kendrick en el papel de una amiga de la secundaria de Bella, forma parte del reparto de la saga vampírica adolescente protagonizada por Robert Pattinson y Kristen Stewart.
Vera Farmiga ha ido consolidando una interesante carrera en Hollywood. Fue la psicóloga inmersa en el conflicto entre policías corruptos en la obra maestra ‘The Departed’ de Martin Scorsese al lado de Matt Damon, Leonardo Di Caprio y Mark Whalberg; también es la madre atribulada por el extraño comportamiento de su hijo y que lleva a un fatídico descenlace en otra película de denuncia del nazismo: ‘El niño con el Pijama de Rayas’.
Los tres protagonistas han sido nominados por sus papeles en los Globos de Oro que otorga la prensa extranjera en Hollywood; los SAG que es el reconocimiento que realizan los mismos actores a sus compañeros y los BAFTA correspondientes a la Academía Británica de Cine.