El aprendizaje accidental se da en las actividades del día a día cuando aprendemos algo que no esperábamos o no teníamos intención de aprender.
En 1967 Arthur Reber se refirió a este fenómeno en términos de "aprendizaje implícito", como un conocimiento intuitivo de la estructura subyacente de los estímulos del ambiente a los que estamos expuestos. Este conocimiento es difícilmente exportable o sistematizable y además complicado de verbalizar.
El fenómeno ha recibido multitud de nombres además de implícito o accidental: aprendizaje incidental, serendípico, tácito, casual, periférico, colateral... Hay quien añade matices y quien usa las distintas nomenclaturas como sinónimos. A mí me gusta lo tremendo que suena "accidental", por lo tanto, es el término que utilizo más. También me encanta el concepto " aprendizaje invisible ", aunque lo entiendo como algo más amplio.
En la otra cara de la moneda encontraríamos el aprendizaje intencionado, que es el que se da tras el proceso mediante el cual un individuo tiene como objetivo aprender algo y dirige sus esfuerzos a la consecución de dicha meta. Este conocimiento explícito es activo, estratégico, formal, sistematizado, exportable ... lo contrario a lo comentado anteriormente.
PARADOJA DEL APRENDIZAJE ACCIDENTAL: SE APRENDE MÁS Y MEJOR:Como el aprendizaje intencional sigue una estrategia, está codificado y es más formal podríamos pensar que sus resultados sobre el aprendizaje incidental son mejores. Sin embargo, la práctica repetida e intencional de una actividad proporciona resultados mediocres si no ha sido convenientemente motivada y dirigida hacia la comprensión. Contrariamente, prácticas menos repetidas y además casuales, pero más motivadoras y comprensibles, ofrecen aprendizajes altamente significativos.
No es ningún secreto el escaso rendimiento que se obtiene de las exhaustivas explicaciones de las clases magistrales, actividad realizada con toda la intencionalidad pero que no siempre desemboca en aprendizaje. Sin embargo, no es nada extraño ver como se aprende eficazmente mediante las actividades espontáneas del juego.
Es común observar como el listado de vocabulario a aprender para el examen de inglés permanece en la memoria a corto plazo lo justo para a duras penas aprobar el examen, mientras que aquellas palabras que interiorizamos con las canciones de nuestros grupos favoritos o los diálogos de los personajes de nuestras series se alojan en nuestra memoria a largo plazo. Generalmente la actividad incidental ofrece mejores resultados.
INCLUIR INTENCIONADAMENTE LO ACCIDENTAL:Vivimos en un contexto en el que NO se valoran los conocimientos de una persona si no están certificados por una institución académica oficial.
Afortunadamente, cada vez se habla más (aunque no lo suficiente) de la inclusión de la educación informal en la formal. Pero como apunta Marcia L. Conner, dentro del aprendizaje informal está el intencionado y el accidental. ¿Cómo incluir, a propósito, aquello que ocurre de manera casual?
Si partimos de la base de que la mayor parte de aprendizajes accidentales se dan en el contexto del aprendizaje informal, podemos deducir que haciendo el esfuerzo consciente de integrar lo informal en lo formal estaremos dando la oportunidad de manifestarse a todos esos conocimientos accidentales susceptibles de general verdaderos aprendizajes significativos.
Creo que es necesario cambiar este contexto en el que estamos, diversificar la manera en que se adquiere el conocimiento en nuestra sociedad. Es un buen momento para poner nuestras miras en la educación informal y aceptar y valorar el aprendizaje accidental que de ella se obtiene.
PARA SABER MÁS:Cobo, C; Moravec, J.W. (2011): Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación.
Conner, M. (2004): Learn More Now: 10 Simple Steps to Learning Better, Smarter, and Faster.
Cross, J. (2003): Informal learning, the other 80%.
Reber, A. (1967): Implicit learning of artificial grammars. Journal of Verbal Learning & Verbal Behavior.
Fuente: INED 21.
C. Marco