Cabezazo de José María Giménez en el epilogo del partido le permite a Uruguay obtener luego de cuarenta y ocho años un triunfo agónico en su debut, y deja a los egipcios con las manos vacías ante el lamento en la banca del ausente Mohamed Salah.
Cuando parecía que uruguayos y egipcios se repartían los puntos en el debut mundialista de ambas selecciones la escuadra charrúa saca un valioso triunfo fiel a su estilo, el grito de gol había sido negado a Suarez y Cavani por parte de El Shenawy pero el arquero egipcio no pudo con el potente cabezazo del joven defensor que se había sumado al ataque en busca de obtener el triunfo tan ansiado y buscado.
Los dirigidos por el maestro Oscar Washington Tabárez salieron con la consigna de ganar el partido desde el primer momento, pero la resistencia egipcia poco a poco se fue fortaleciendo con el correr de los minutos y opto al contragolpe para tratar de sorprender a los sudamericanos pero sus delanteros fueron muy bien controlados por la buena defensa uruguaya.
Cuando el partido llegaba a sus minutos finales y el empate parecía inminente, el juego por alto que tantas veces salvo y le dio alegría a los uruguayos no fue la excepción en este partido y una vez más un cabezazo termino inflando las redes para sellar una victoria importante que lo coloca compartiendo el primer lugar el Grupo A, a lado de los rusos.
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