JULIO CALZADA
Secretario general de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay
-¿A qué apunta su planteo de debatir la política de drogas?
-Nos parece que no nos podemos negar a discutir todo lo que hace a las políticas regulatorias. Planteamos en términos generales un debate a nivel mundial, hay intelectuales y políticos que han planteado la necesidad de rever el paradigma de la prohibición como paradigma único.
-¿Usted qué posición tiene?
-Creemos que es posible avanzar en la regulación de los mercados y sobre todo que es necesario poner esto en debate. Luego de 30 años de desarrollo de la política de guerra a las drogas y luego de 100 años de la política del prohibicionismo, los resultados han sido malos. Se expandió el consumo de drogas, se desarrolló el crimen organizado de manera muy importante, hay una opacidad total del mercado donde no se sabe quién financia la producción, qué se produce, cómo se produce, cómo se distribuye, qué se consume, nadie sabe (cuál es) la calidad de los productos que la gente consume.
-¿Qué alcance tendría esa discusión en el caso de drogas como la cocaína y la pasta base?
-Cada sustancia se tiene que regular de manera diferente de acuerdo a sus riesgos, nadie quiere regular de igual forma.
-¿Se puede ingresar en el mismo debate para la pasta base?
-Debatir siempre ayuda, debatir sobre evidencia, no sobre prejuicios, ni concepciones religiosas o morales, que son válidas (...) en una discusión sobre datos, sobre modalidades de abordaje del tratamiento, tenemos que tener una actitud que trascienda esas fronteras.
-¿No significaría más riesgos?
-Abogamos por una sociedad abierta y responsable, con fuertes componentes educativos donde las personas asumen riesgos de diferentes tipos. A veces, las personas al consumir determinadas sustancias asumen riesgos, lo importantes es que no pongan en riesgo su vida ni la de los demás.
-¿Por qué se habla tanto de la droga como problema?
-Las sociedades generan chivos expiatorios a los cuales se los culpa de ciertas cosas, puede ser que hoy uno sea la pasta base, o los menores infractores.
-Pero el gobierno también habla del problema de las drogas.
-Hay un tema de comunicación, no solo del periodismo, un problema de comunicación de los profesionales de la salud (y) a veces de los políticos.