Buscando el éxito al invertir en la bolsa, es posible que hayas estudiado una serie de reglas técnicas: como encontrar soportes y resistencias, cómo detectar sobrecompras, como usar osciladores e indicadores de todo tipo.
Está bien, pero no es suficiente.
La triste realidad es que podemos tener muy buen ojo para localizar buenas compras, hacer operaciones con beneficio una y otra vez, y sin embargo perder un montón de dinero.
Porque unas pocas pérdidas pueden llevarse todos nuestros beneficios y más.
¿La clave para evitarlo?. La gestion de capital. Al estilo aproximado que describe el famoso trader Alexander Elder.
El ataque del tiburón
Por tanto nuestra cuenta de resultados puede estar mucho tiempo engordando si somos hábiles. Pero, al igual que el mordisco de un tiburón blanco, una sola operación desastrosa, un error humano o técnico, puede meternos en fuertes pérdidas.
Y con las pérdidas suele llegar también la falta de confianza, más errores, y más pérdidas.
Esto lo evitamos con una técnica de gestion de capital que, a pesar de ser sencilla, es muy efectiva en inversiones discrecionales.
El primer paso es establecer la máxima pérdida por operación.
Lo normal es un 2%. Es decir, invertiremos sólo lo necesario para arriesgar como máximo un 2%.
Para ello debemos saber el stop que vamos a poner, incluso antes de hacer la compra. Y en función del stop, decidimos el total de la inversión.
Eligiendo el stop
Situar correctamente el stop es importante, y no es una tarea sencilla:
- Si lo situamos demasiado cerca del precio, el movimiento aletorio, el “ruido” de la bolsa nos hará vender demasiadas veces, con muchas pequeñas pérdidas.
- Si lo situamos demasiado lejos del precio, ofrecerá demasiada poca protección.
- Además, hay ciertas zonas de soporte y resistencia que son obvias para todo el mercado. Si lo situamos en esas zonas (cifras redondas, mínimos anteriores, etc) las manos fuertes nos echarán del mercado con su afición a hacer saltar stops de inversores particulares.
Aunque los posibles estilos de stops es un tema demasiado largo para este artículo, si puedo darte unas pautas que te ayudarán a decidir la distancia del stop:
- Los mejores son los stops ascendentes: es decir, una vez situado, elevarlo en la misma proporción según sube el activo que hayamos comprado. Parece de perogrullo, pero mucha gente no lo hace.
- Para situar la distancia del stop, debemos basarnos en la volatilidad del activo comprado. Observar el promedio de los movimientos diarios de los ultimos meses, y situar el stop a dos o tres veces ese movimiento.
- En general, debemos poner el stop donde pensamos que no va a llegar. El stop debe ser de de protección, normalmente no debería saltar.
En el gráfico muestro un ejemplo de un stop ascendente en Inditex: la linea roja es el stop que va subiendo conforme sube el precio:
Una vez que sabemos dónde va a venderse nuestra acción u activo, podemos elaborar nuestra gestion de capital.
La fórmula
Para saber cuántas acciones debemos comprar de una compañía, supongamos Telefónica, debemos aplicar la siguiente fórmula:
Por ejemplo, Supongamos que tenemos 50.000€ de capital total. La regla del 2% nos dice que en cada operación sólo podemos llegar a perder 1.000€.
Si queremos comprar Telefonica a 12 €, y nuestro stop loss lo situamos en 10€, tenemod una máxima pérdida de 2€ por acción:
Deberemos comprar 500 acciones, o sea 6.000€ de inversión, riesgo de 1.000€.
¿parece un inversión demasiado prudente?
Tal vez, pero es que el stop esta muy lejano. Es un 20% de caida, por lo que no puedes invertir mucho de tu capital.
Si usas inversiones menos arriesgadas, con stops más cercanos, podrás invertir más: Si TEF la pones a un -5% de stop, es decir 0,60€, pues lógicamente puedes invertir más:
1000€ / 0,6 €/acc= 1.666 acciones, 20.000 € de inversión, riesgo de 1.000€
Para facilitarte los cálculos, te recomiendo que hagas una sencilla hoja de gestión monetaria para ayudarte, parecida a esta:
Asi, de un modo sencillo puedes saber cuanto debes invertir en cada acción que estés estudiando, según tu propio modelo de gestión monetaria y los stops que preveas.
Te puede parecer quizá que estas inversiones son muy pequeñas.
Sin embargo, los profesionales suelen considerar el 2% de riesgo una cantidad muy alta. Muchos arriesgan solo un 1%, o un incluso 0,5%
Por otro lado, el capital a invertir hay que ir actualizandolo: por ejemplo, al final de cada mes, se comprueba la cuenta total para ajusta el 2% en las operaciones del mes entrante.
De este modo, al tener beneficios el riesgo va aumentando con nuestra cuenta bancaria. Pero si vamos mal, el riesgo disminuye. Que es lo correcto.
El ataque de las pirañas
A pesar de que la regla del 2% evite que a tu cuenta le ataque un tiburón, hay otro riesgo importante al exponer nuestro capital: las pirañas.
Estas son las pequeñas pérdidas, inferiores al 2%, pero que se repiten con frecuencia. Poco a poco estos pequeñas mordiscos se comen tu cuenta hasta dejarla en los huesos.
En ese caso la solución pasa por alejarte de la bolsa:
Si las pirañas te van comiendo hasta perder un 6% en el mes en curso, hay que dejar de operar en bolsa durante todo el mes.
Simplemente, a veces es mejor alejarse de la bolsa. Durante el resto del mes, debes estudiar, testear tus métodos, reflexionar sobre el régimen bursátil del momento, y descansar.
Al mes siguiente volverás a la carga.
Porque gestionar el riesgo debe ser algo interiorizado.
En muchas ocasiones, profesionales de prestigio que han trabajado durante años con gran éxito en empresas de inversión, deciden establecerse por su cuenta y gestionar su propio capital.
Y al hacerlo, prescinden de un jefe de riesgo: no hay nadie que les obligue a seguir una gestion monetaria que evite el exceso de riesgo.
Y por eso muchos acaban en pérdidas, y volviendo a su compañía.
La regla del 2% combinada con la del 6% te funcionará como un gestor de riesgos, como algo que evitará que pierdas demasiado.
Y eso es lo más importante; ya lo dice Buffet:
La primera regla en bolsa es: No pierdas dinero.
La segunda regla en bolsa es: No te olvides de la primera regla.
Un ejemplo práctico
Supongamos que tenemos 100.000 € en nuestra cuenta a comienzos del mes.
- El primer día compramos una acción con un riesgo, según el stop elegido y el número de acciones, de 2000€, el 2% de la cuenta
- Al cabo de una semana, compramos una segunda acción, a la que dejaremos perder también hasta 2.000€ según nuestro stop.
- Un par de días más tarde compramos un tercerca acción, también con un riesgo de 2.000 €.
- Al día siguiente, localizamos una cuarta acción: la más prometedora de todas, subiendo como un cohete. ¿La compramos?. No, porque ya tenemos el 6% de riesgo máximo del mes. Las 3 acciones previas están arriesgando el 6% en conjunto.
- A la otra semana, la primera de nuestras acciones sube con fuerza. Siguiendo nuestro método, subimos el stop hasta breakeven, es decir al precio de compra, con lo que el riesgo de esa acción es ahora cero. La cuarta acción, la que subía como un cohete, sigue estando atractiva: Pues bien, ahora si podremos comprarla, con un riesgo del 2% del capital de nuevo, porque el riesgo conjunto de las 4 acciones seguirá en el 6%.
- Un día después, la segunda acción comprada toca su stop y se vende, con unas pérdidas de 2.000 €.
- En seguida volvemos a encontrar otra acción muy prometedora: ¿La compramos?. No, porque ya hemos pérdido un 2% efectivo y el resto de acciones están exponiendo un 4% más, con lo que llegamos al tope del 6% del mes.
- Termina el mes, calculamos cual es nuestra cuenta, y volvemos a ajustar los niveles de riesgo.
Y este es el método para convertirnos en inversores disciplinados.
Demasiados inversores se mueven por emociones e ilusiones, con muy poco éxito.
Esta sencilla y efectiva técnica de gestión de capital tiene muy poco que envidiar a otros métodos mucho más complejos de gestión monetaria. Y creo que puede ayudarte a convertir tu inversión en bolsa en un negocio rentable y sin agobios.