Según los datos que maneja el autor del estudio que voy a comentar hoy, Jan Bergström, se estima que la depresión afecta aproximadamente a un 15% y el trastorno de pánico a un 4% de la población durante su vida.
Varios estudios han demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento efectivo para ambas enfermedades.
Debido a la falta de psicólogos y psicoterapéutas que usan este método y las dificultades de acceso que hay en ocasiones a los mismos, Jan Bergström ha realizado un estudio para su tesis doctoral que compara el uso de la TCC usando Internet con la metodología tradicional.
Se trata de un ensayo clínico aleatorizado de 104 pacientes con trastorno de pánico que demuestra que el tratamiento basado en Internet es igual de efectivo que el trabajo en grupos presenciales, tanto inmediatamente tras el tratamiento como en un seguimiento realizado a los 6 meses.
El análisis de los resultados para el tratamiento de la depresión mostró que la TCC basada en Internet es más efectiva si se realiza de manera precoz, aunque esto no es así para pacientes con un trastorno depresivo grave o con episodios frecuentes.
En palabras del autor:
La TCC basada en Internet es también más costo-efectiva que la terapia en grupo. Por lo tanto, los resultados apoyan la introducción en la Psiquiatría del tratamiento basado en Internet, que es también lo que la Junta Nacional de Salud y Bienestar Social recomienda en sus nuevas directrices para el tratamiento de la depresión y la ansiedad.
Como referencia al estudio original, os proporcionaré un vínculo al abstract traducido, al original de la tesis doctoral y a la traducción de la misma usando el traductor de Google (si el documento deja de estar traducido a la mitad, probad a pulsar el botón refrescar de vuestro navegador, descargáos el archivo PDF original y subidlo a Google para traducirlo o probad a traducirlo por partes copiando y pegando).
Mientras preparaba este artículo, lo comenté con un buen amigo mío que es psiquiatra. No le pude dar mucha información y sólo cruzamos algunas frases al respecto, así que no podemos considerar lo que sigue como su opinión definitiva. Me dijo que el tratamiento basado en Internet nunca podía ser mejor que el tratamiento en persona. La verdad es que estoy de acuerdo con su punto de vista y su experiencia profesional, además, el estudio es bastante pequeño (sólo 104 pacientes) como para crear evidencia al respecto. Parafraseando a mi amigo: “El tratamiento por Internet no puede ser mejor que el trabajo en grupo presencial, pero siempre será mejor que nada”. En este sentido, creo que este estudio abre la puerta a tener en consideración otras formas de comunicación que hoy día están tan vigentes: chats, redes sociales, entornos inmersivos (existen grupos de apoyo en Second Life, por ejemplo)… desde luego estoy convencido que será algo a lo que tendremos que prestar gran atención.
Os pondré otro ejemplo práctico. Uno de mis compañeros del máster en Informática Sanitaria que también es psiquiatra, ha creado una web de Psiquiatría online… está en sus primeras fases y puede que sea un proyecto que no termine cuajando, pero está claro que hay una senda marcada.