La Asociación Española de Pediatría aconseja el uso del chupete durante al menos el primer año de vida como uno de los factores que protegen al bebé frente al Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL), por el que cada año fallecen en España alrededor de un centenar de bebés. “El uso del chupete, además, tiende a evitar que los bebés se succionen el pulgar buscando ese sosiego, un hábito difícil de eliminar y que puede conllevar problemas en el desarrollo del paladar si no se erradica a tiempo. Por esta razón, son muchos los ortodoncistas que prefieren que los bebés utilicen chupete, siempre que su uso se limite hasta los tres años de edad para evitar posteriores problemas en la mordida”, añade Belén Benito, farmacéutica.
La farmacéutica insiste, además, en la importancia de ”mantener los chupetes en condiciones óptimas, es decir, asegurar una buena higiene; sustituirlos transcurridos, como máximo, dos meses de uso; evitar su exposición continua y directa al sol, y inspeccionarlos siempre antes de cada uso, tirando de la tetina de un lado a otro para comprobar que no se rasga, especialmente si el bebé ya tiene sus primeros dientes”.
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