Psicólogos de la Universidad de Leeds hallaron pruebas de que algunos ávidos usuarios de internet desarrollan hábitos compulsivos en los que reemplazan la interacción social en la vida real con los chats y sitios de redes sociales. La participación en páginas web que sirven para reemplazar las funciones sociales normales podrían estar relacionadas con desórdenes psicológicos como la depresión y la adicción.
Los "adictos a Internet" también tienen mayor incidencia de depresiones entre moderada y severa que los usuarios normales. El uso excesivo de internet está asociado con la depresión, pero lo que no sabemos es qué viene primero: ¿la gente deprimida se ve arrastrada a internet o es internet lo que causa la depresión. Lo que está claro es que para un pequeño subgrupo de personas, el uso excesivo de internet podría ser una señal de advertencia de tendencias depresivas. Los clasificados como "adictos al Facebook o Twitter" conforman apenas el 1,2 por ciento, pero esta cifra es mayor que la incidencia de los adictos a los juegos de azar que es de alrededor del 0,6 por ciento.
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