En los últimos años he cambiado mis productos de limpieza tradicionales por alternativas más naturales y menos tóxicas como el vinagre, bicarbonato y aceites esenciales. Sin embargo, hay un producto que, a pesar de las advertencias, no he podido sustituir: el agua clorada (léase lavandina, lejía, agua jane, hipoclorito de sodio).
Me resulta útil para desinfectar frutas y verduras, blanquear ropas o porcelana blanca, desinfectar pisos, baños y cocinas. Aunque también he tenido alguna mala experiencia, como estropear alguna camisa, por no tener los cuidados necesarios.
Un uso inadecuado del agua clorada puede arruinar tu mejor prenda o causar desde leves irritaciones cutáneas hasta graves intoxicaciones. Para impedir estos problemas debes conocer cuáles son los errores más frecuentes que se cometen al momento de utilizarla... y evitarlos:
Error Nº1: No usar guantes de goma.
La lavandina es un producto muy corrosivo que puede provocar irritaciones cutáneas. Utiliza siempre guantes de goma para proteger tus manos.
Error Nº2: No seguir las indicaciones.
En todos los envases encontrarás las indicaciones de la cantidad que debes utilizar para cada tarea y el tiempo durante el cual debes dejar actuar el producto para una correcta desinfección. ¡Respétalas! Así no desperdiciarás nada y lograrás el efecto deseado.
Error Nº3: Mezclarla con otros productos.
La mezcla de lavandina con sustancias ácidas (como el vinagre) libera cloro, el cual es un gas muy tóxico. Mientras que si la mezclas con detergente (algo que he visto varias veces) pierde su poder desinfectante. Por lo tanto, que tu mezcla incluya solo agua y lavandina, evita agregarle cualquier otro producto.
Error Nº4: Utilizar agua caliente.
La acción bactericida del hipoclorito disminuye al aumentar la temperatura. Para una buena desinfección utiliza siempre agua fría.
Error Nº5: Emplear en ambientes cerrados.
Los vapores que produce el empleo de lavandina son irritantes para las mucosas. Asegúrate de utilizarlo en un lugar bien ventilado y nunca en ambientes cerrados.
Error Nº6: Usar en superficies o recipientes metálicos.
El hipoclorito de sodio puede ser corrosivo para los metales. Emplea siempre recipientes de plástico y no lo utilices para desinfectar objetos de metal.
Error Nº7: No prestar atención a las condiciones de almacenamiento.
El agua jane debe conservarse en su recipiente original, bien tapado y alejado del calor para asegurar su efectividad, ya que se descompone facilmente.
Por suerte, la mayoría de estas reglas las aprendí en una clase de microbiología y no por experiencia propia. ¿Utilizas lavandina para blanquear y desinfectar? ¿Has sufrido las consecuencia de alguno de estos errores?
Foto: Flickr (greencleaning)