Científicos
de la Universidad Simón Bolívar (USB) en Venezuela, desarrollaron
un protocolo para la encapsulación y fortificación de alimentos a
escala nanométrica, que no es visible por el ojo humano. El
mecanismo consiste en colocar dentro de los alimentos un cápsula que
contiene los compuestos esenciales como vitaminas y minerales, para
que una vez que se ingiera viaje dentro del cuerpo humano de una
forma más sencilla y segura. Para la investigación se colocó
zinc, hierro y magnesio en una pequeña cápsula que fue recubierta
con alginato de sodio, polímero extraído de las algas marinas y que
es compatible con el cuerpo humano. La idea del uso del alginato es
que los nutrientes no sufran ningún daño en su paso por el
estómago, y logren llegar al intestino que es donde ocurrirá la
degradación y liberación de los compuestos esenciales. El estudio
está concebido para que se fortifiquen los alimentos de consumo
diario. "Con este nuevo mecanismo se podrán colocar los
nutrientes en los caramelos y dulces que tanto les gusta a los niños,
y se le estaría dando algo que les agrada y que a la vez es
nutritivo". Para el proyecto se debieron realizarse algunos
experimentos in vitroen
el Instituto de Biología Experimental de la Universidad Central de
Venezuela (UCV), en el que se detectó una liberación de entre 80 a
90% de los compuestos una vez que se simuló el comportamiento del
intestino. Esta tecnología podría cambiar la forma en que se
inmuniza al ser humano ya que en vez de lugar de inmunizarse a través
de vacunas o remedios indeseados por los niños, ésta podría venir
combinada con alimentos que ellos disfrutan. Este proyecto recibió
un aporte financiero por parte del Fondo Nacional de Ciencia,
Tecnología e Información, adscrito al Ministerio de Ciencia.