Un estudio de la
Universidad de Toronto, en Canadá, sugiere que la terapia vibroacústica (TVA),
que utiliza las vibraciones producidas por sonidos de baja frecuencia para
“masajear” las partes profundas del cuerpo, podría ayudar a pacientes con
enfermedades neurológicas como el Parkinson. En el estudio participaron dos grupos de 20
pacientes con Parkinson tratados con cinco minutos de vibraciones de 30 Hz..
Los resultados mostraron una marcada mejoría de todos los síntomas en ambos
grupos, entre ellos una menor rigidez, una velocidad para caminar mejorada y
menos temblor. La TVA se administra con
transductores especiales que convierten el sonido a masajes internos del
cuerpo. Se cree que las ondas cerebrales a una frecuencia de 40 Hz ,son las
portadoras de información que controlan el movimiento; los transductores están
muy bien afinados para producir vibraciones entre 20 y 100 Hz, que son casi
demasiado bajas para escucharlas, pero cuyas vibraciones pueden agregarle
estimulación a las ondas cerebrales. Además de afectar el cerebro, la TVA
también proporciona una estimulación profunda, física y celular en la piel,
músculos y articulaciones, parecido a los masajeadores musculares que vibran,
pero de acción más profunda. Como tal, los investigadores han observado una
disminución del dolor y un aumento de la movilidad cuando la TVA se aplica al
resto del cuerpo.