Uso de los psicodislepticos para tratar problemas psicológicos

Un ensayo considerado el más grande jamás realizado en los Estados Unidos, sugiere que el LSD algunos hongos y una gran cantidad de otros alucinógenos, si se administran en cantidades controladas bajo supervisión médica, pueden tener algunas propiedades beneficiosas.

El estudio, que apenas  inicia una segunda fase, está diseñado para monitorear tanto los efectos del fármaco como para encontrar la dosis más efectiva. Los pacientes recibirán una de cuatro concentraciones de dosis diferentes, mientras que otros recibirán un placebo. Los pacientes que reciben dosis serán monitoreados en una habitación diseñada para sentirse más como en casa que en una clínica esterilizada. Los psicodislepticos, como el LSD, la psilocibina o los hongos mágicos, entre otros,  fueron ampliamente estudiados y administrados para frenar la adicción al alcohol, el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y la depresión. Ahora, después de una demanda comunitaria en constante aumento, están reingresando a la investigación psiquiátrica.

Los estudios prometedores sobre la psilocibina como tratamiento para la ansiedad, la depresión y la adicción se han multiplicado junto con la investigación sobre la MDMA (metilendioximetanfetamina),  comúnmente llamadas éxtasis, como un tratamiento potencial para el trastorno de estrés postraumático y la adicción. Esos estudios podrían resultar prometedores para el futuro de la psiquiatría. Las sustancias que alteran la mente han sido temidas o consideradas peligrosas durante décadas, pero son poderosos compuestos no tóxicos que han cautivado a científicos e investigadores desde mucho antes de que fueran prohibidos.

Lo que diferencia los tratamientos psicodélicos de los tratamientos indicados tradicionalmente para la ansiedad y la depresión es la duración del efecto. En lugar del uso diario, el candidato a fármaco se está estudiando como un tratamiento único que promete, al menos potencialmente, beneficios duraderos.

El Hospital Universitario de Basilea, Suiza, es el principal centro de investigación del mundo para LSD en aplicaciones médicas y hace poco publicó un artículo con los resultados de su propio estudio sobre qué tan bien el LSD frena la ansiedad.

No está claro cuánto durará la segunda fase pero una vez que haya suficientes datos de todos los participantes, los investigadores aprobarán una dosis específica de MM-120 para ser estudiada en la fase tres. Esta última fase probará un grupo más grande de pacientes con solo la dosis aprobada. Se estima que todo el proceso estará completo para noviembre del próximo año, pero eso podría estar sujeto a cambios si las fases se prolongan más de lo esperado.