“Usted cobraba en negro del Sr. Bárcenas”

Esa es la frase incendiaria que dirigió en el pasado Pleno sobre la Gürtel, el Sr. Iglesias al Presidente del Gobierno, sobre quien siempre planeará la sombra de la duda, tras ese fatídico SMS, pero del que no se dispone de prueba alguna. D. Pablo, en su línea habitual, descalifica sin base, arenga sin confirmar las fuentes de sus noticias, en una suerte de “política-ficción” propia de los regímenes totalitarios que conoce y a los que asesora. OK diario publicó, con pelos y señales, el ingreso del gobierno de Maduro, en un paraís fiscal, a una cuenta cuyo titular es Pablo Iglesias Turrión, la cantidad, nada desdeñable, de un cuarto de millón de euros. Eso es cierto, contrastado y objetivo, a diferencia de las descalificaciones vertidas por el líder morado sobre cualquier clase de bicho viviente que se aparte del pensamiento políticamente correcto que, como no, es el suyo. Y lo que sorprende es la fidelización que consiguió entre sus adeptos, simpatizantes o seguidores, que disculpan cualquier comportamiento de sus líderes, mientras observan y escudriñan minuciosamente, hasta límites insospechados, a sus adversarios políticos.