Nos vamos a teletrabajar, vosotros los empleados de las empresas, autónomos y PYMES lo negociáis con los empresarios a ver si pueden o quieren que lo hagáis. Y podéis dar las gracias porque si sois beneficiarios de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo podréis cobrar el 70% de vuestro salario.
Los tres millones de trabajadores a tiempo parcial pueden hacer lo mismo y cobrar el 70% de su salario insuficiente si son beneficiarios de un ERTE. Y si vais a la puta calle, por ser parte de los casi cinco millones de contratados temporales, os apuntáis al paro y tendréis derecho a lo mismo. Pero como tendrían que indemnizaros, si no lo hacen recordad que estáis confinados y las oficinas de la seguridad social están cerradas. Están teletrabajando.
Por ejemplo, si disfrutas de un contrato a tiempo parcial del 50% de la jornada, es posible que te paguen el 50% del magnífico salario mínimo español unos 475 euros, y de eso al principio los servicios públicos de empleo te reconocerá tu derecho a cobrar el 70% que son 332 euros, salvo que alguien se equivoque y te diga que el 50% de esa cifra por aquello de aplicar la parcialidad. ¿Le parece complicado lograr este chollo?.
Pues no se preocupe, la página web de los servicios públicos de empleo no funciona, llame al teléfono y si se lo cogen al cabo de un tiempo indeterminado, pero largo, le dirán que vaya en persona a su oficina del paro, oh, se me había olvidado, es verdad, que están cerradas. Bueno, pero puede hacerlo con firma electrónica si tiene un lector de DNI electrónico y un certificado para hacerlo, pero claro, todas las administraciones a donde debe ir están igualmente cerradas. Bueno, puede ir a una comisaría, pero claro, estos trámites no los hacen ahora por la emergencia sanitaria. Si conoce a algún abogado se lo puede hacer porque ellos tienen firma electrónica. Mentira, claro.
En resumen, jódase que estamos teletrabajando. Y teletrabajando estaban los inspectores responsables de que se cumpla la ley en los centros de mayores de Madrid cuando se enteraron por la prensa de que en uno habían fallecido 17 residentes. Alarmado el director general del departamento responsable de supervisar las residencias de ancianos y preguntado al respecto en la TV dijo, con firmeza ejemplar, que al día siguiente los inspectores se pondrían en contacto con todas las residencias tanto públicas como privadas para preguntar como van las cosas en ellas, le faltó decir lo de que no le temblaría el pulso y que obraría con mano firme. Es decir, que lo van a hacer pero de manera remota, porque inspeccionan desde su casa teletrabajando.
Pero lo importante es que el que pueda lo haga y el que no pueda que se joda. Se lo han dado a sí mismos. Como todo. Y por nuestro bien, es evidente.