Usted no lo lea

La frase que dice "no juzgues al libro por su portada" muchas veces hace alusión a situaciones, personas, libros, etc que en un principio no nos llaman la atención, pero que al darles una oportunidad, logran cautivarnos.
A mi me pasó todo lo contrario con este libro.

Lo compré porque la historia en su contraportada me pareció buena. Y aún siento que tiene potencial. Pero el desarrollo de la temática es lo que me terminó por matar en vida y que en definitiva me hizo odiar el libro. Al punto que no me siento capaz ni siquiera de dejarlo en el banco de una plaza a modo de regalo para que alguien lo tome y se ponga a leerlo. No sería capaz de hacerle ese tipo de daño a alguien.
Y para que vean que soy buena de adentro, les contaré el libro (spoiler a morir), para que no se peguen la lata de leerlo.
Como les dije, la temática es buena, tiene potencial:
Se trata de un matrimonio joven y exitoso (Avery y Dan) que tienen de todo: una linda casa en los suburbios, buen pasar, buenos amigos. Sólo una cosa no hace feliz a Avery. No puede tener hijos. Y ocupa todo su tiempo y dinero en tratamientos de fertilidad que no surten efectos.
Hasta que un cuatro de julio (no podía ser de otra forma, libro y autora extremadamente gringos) reciben un llamado en su contestadora telefónica mientras ellos disfrutaban de una barbacoa. Era una asistente social, que necesita con extrema urgencia comunicarse con Dan.
Resulta que la antigua novia de Dan, esa novia de la universidad y de la cual Avery no tenía idea de su existencia (Randi), había muerto. Y además había dejado un pequeño niño de 10 años de nombre Daniel. Plop. (ven que la historia es buena?)
Hasta ahí va chori el tema. El resto de las más de 100 páginas siguientes giran en torno a Avery y sus pensamientos de odio hacia el hombre que supuestamente ama pero que tiene un pasado tortuoso que ella desconocía y que más encima tenía algo que ella no podía tener: un hijo.
Entre medio Avery decide volver a trabajar y en uno de sus viajes conoce a un tipo (Mischa) que le hace ojitos y con el que estuvo a punto de intimar.
En definitiva, Avery se da cuenta que Daniel igual puede ser su hijo, que si Dan no le contó de su pasado tortuoso era porque se avergonzaba de eso y que ahora podían ser una familia feliz. Ah! Y que finalmente está embarazada. Y termina el libro con otra barbacoa de cuatro de julio en compañía de sus familias y amigos.
302 páginas de suplicio. Insisto en que la temática es buena, da para análisis y todo eso. De hecho, las situaciones donde se menciona a Dan "conversando" con Randi (su novia muerta) son buenas. Es la narrativa excesivamente gringa y detallista lo que me descompone. Del tipo "tomó su Volvo del año 96 y manejó por la S-10 con rumbo a Stateville. En el camino se detuvo por un Subway de jamón de pavo y una Coca Cola de dieta". Horroroso. El lector no agradece ese tipo de detalles.
Y el final también es fome. Es muy de final feliz predecible.
En resumen, para mi el libro es malo. Si usted quiere, se lo presto.... o se lo regalo. Pero no me diga que no se lo advertí.******************************** Amigos de Facebook: no olviden ingresar a www.alealegria.blogspot.com Es super chori!! ********************************