En honor al acontecido día del libro y a mis experiencias personales recientes he decidido compartir un libro que conocí hace muchos años por medio de mi mamá. Desde que tengo uso de razón ella ha leído libros de autoayuda, metafísica y temas por el estilo. Entre ellos conoció a la autora Louise L. Hay muy de moda hace algún tiempo en Chile y muy conocida por sus obras de autoayuda, de hecho, esta mujer es una de las precursoras de este tipo de libros.Debo reconocer que no soy una gran fanática de este género literario, pero esta obra en particular me ha llamado la atención porque de verdad es asertiva con respecto a sus "diagnósticos".

En Usted puede sanar su vida, Louise nos habla acerca de la autosanación, es decir, de cómo cada uno de nosotros tiene la capacidad de generar y a la vez sanar sus propias enfermedades. Me explico, ¿has escuchado alguna vez sobre la somatización? Esto es algo parecido, pero se contempla más a nivel de "patrones mentales" y de la disposición que tenemos con la vida y con nosotros mismos.
"Nuestros pensamientos y nuestras palabras crean nuestras experiencias"
Louise L. HayLes doy un ejemplo, hace poco fui diagnosticada con un pre cáncer y, la verdad, siempre pensé, incluso antes de leer el libro, que esta enfermedad en particular tiene mucho que ver con las emociones (las que nos guardamos para nosotros por el motivo que sea: miedo, terquedad, vergüenza, etc.) Según la autora, el cáncer tiene como causa probable: "Herida profunda. Rencor que se mantiene mucho tiempo. Secreto o aflicción profunda que carcome. Carga de odios. Creer que todo es inútil" Y sugiere como nueva pauta mental: "Con amor perdono y dejo marchar todo el pasado. Elijo llenar mi mundo de alegría. Me amo y me apruebo"Yo siempre me jacté de ser una persona vivaz, extrovertida y muy dueña de mis actos, sin embargo este último año anduve media perdida de mí y estoy convencida que eso fue lo que me provocó todo esto. Puede sonar extraño e incluso tonto para algunos, pero tengo la certeza que fue así y desde que empezó todo este proceso de la enfermedad logré detener mi mundo, pensar y volver a mi eje, de a poco, pero avanzando y con eso cambiar mis "pautas mentales". En mi caso, creo que fue una aflicción que no supe manejar y desde hace poco tiempo empecé a llenar nuevamente mi mundo de alegría, de las cosas que quiero y que realmente son importantes para mí. Es raro como estos intensos episodios de la vida nos ayudan a volver a mirar las cosas que realmente valen.
