Revista Cultura y Ocio

Ute Lemper - Punishing Kiss (2000)

Publicado el 10 diciembre 2024 por Syntheticman @vozdelosvientos
Ute Lemper - Punishing Kiss (2000)

Actriz, bailarina, pintora, cantante, compositora, escritora, articulista... un currículum espectacular que muchas veces en la prensa se ha simplificado calificando a Ute Lemper como “la nueva Marlene Dietrich”. Claro está que ella lo puso fácil ya que buena parte de su carrera la ha dedicado a recorrer un camino similar al del Ángel Azul, cantando el mismo repertorio y homenajeándola en teatro con obras dedicadas a ella. De hecho, en sus inicios mantuvo una intensa relación epistolar con Marlene que comenzó cuando Ute le envió una carta a la diva “disculpándose” precisamente por la comparación que hacían los medios entre ambas.

Nosotros la conocimos en 1991 a través de su colaboración con Michael Nyman en la banda sonora de “Prospero's Books” y en su “Songbook”, enteramente interpretado por Lemper, aunque realmente la habíamos visto poco antes sin ser conscientes de ello formando parte de la extensa lista de invitados del famoso concierto de Roger Waters en Berlín interpretando “The Wall” en julio de 1990. Sin embargo, hoy no vamos a hablar de estos trabajos ni de alguna de sus muchas grabaciones de las canciones de Bertolt Brecht y Kurt Weill sino del disco “The Punishing Kiss” que la artista publicó en 2000 en colaboración con Neil Hannon (The Divine Comedy) en el que interpreta canciones de diversos artistas. Los integrantes de la banda de Hannon tocan en la mayor parte del disco. Stuart Bates y Joby Talbot se encargan de los teclados, Bryan Mills del bajo, Ivor Talbot de las guitarras y Miguel Barradas de la batería.

“The Case Continues” - Abre el disco esta magnífica canción de Neil Hannon en la que disfrutamos de unos extraordinarios arreglos de piano, batería y cuerdas que realzan la personal voz de Ute Lemper, poderosa e intimidante como siempre. Los metales de la segunda parte de la pieza le dan un tono épico que contrasta con las partes de guitarra que siguen a continuación. Fantástico comienzo para un disco que es una joya.

“Tango Ballad” - La única canción de la colección escrita por el tándem Brecht / Weill, está interpretada a dúo por Lemper con Hannon en una versión que abandona el arreglo clásico y se introduce en sonidos más rockeros con, eso sí, una importante aportación de la orquesta. La combinación de dos voces tan reconocibles y personales funciona de maravilla y revela una química fantástica entre ambos intérpretes que podremos disfrutar de nuevo más adelante.


“Passionate Fight” - Continuamos con una canción de Elvis Costello que apareció en su disco “New York 1996”. Es una pieza deliciosa con un gran aroma a musical clásico, lo que se adapta perfectamente a las características de Lemper, acostumbrada a ese tipo de repertorio. 

“Little Water Song” - El siguiente tema fue escrito por Nick Cave y es uno de los favoritos de la propia intérprete desde que el artista le envió una demo solo con piano y voz pero indicando que quería un arreglo de orquesta. Lemper respetó ese deseo y nos ofrece aquí una interpretación muy teatral cantada desde el punto de vista de una mujer que está siendo ahogada bajo el agua por su pareja.

“Purple Avenue” - La mayoría de los artistas escogidos por Lemper para interpretar sus canciones tienen en común una gran personalidad, tanto en su faceta de escritores como en la de intérpretes. No sorprende, por lo tanto, encontrar entre ellos a Tom Waits, de quien escuchamos aquí un lento blues con toques de jazz y sabor a viejo cabaret.

“Streets of Berlin” - Menos obvia es la elección de un músico como Philip Glass pero cuando escuchamos su canción, todo empieza a cuadrar. Se trata de una pieza escrita para la banda sonora de la película “Bent”, situada en la Alemania de la “noche de los cristales rotos” que en el film interpretaba un travestido Mick Jagger. En todo caso, la pieza no está dentro de los cánones del minimalismo glassiano salvo por un pequeño fragmento de cuerdas en la parte central en el que escuchamos sus característicos arpegios.


“Split” - La segunda canción de Neil Hannon en el disco vuelve a mostrarnos el dúo con Lemper, ahora en un tema rock, en el que funcionan tan bien o mejor de lo que lo hicieron antes interpretando a Weill. Una maravilla escuchar a Ute Lemper fuera de sus estilos más habituales para comprobar que es capaz de bordarlo como si llevase toda su vida cantando este tipo de canciones.

“Couldn't You Keep That to Yourself” - Repite Elvis Costello como autor en las dos siguientes piezas. La primera es una bonita balada en la que destacamos el papel del órgano Hammond durante todo su desarrollo.

“Punishing Kiss” - La segunda sigue la línea de la anterior pero apoyándose más en la orquesta para redondear otro tema que parece sacado de un musical en su comienzo pero que incorpora un divertido giro en su parte central que se transforma en un rápido tema jazzístico muy cabaretero.

“You Were Meant for Me” - Última canción de Neil Hannon en el trabajo aunque cantada por Ute Lemper en solitario. Comienza con un fragmento en francés con el típico arreglo de acordeón para convertirse enseguida en algo completamente diferente entrando en los terrenos que suele pisar Hannon con The Divine Comedy. Una canción que sube de intensidad a cada segundo potenciada por la orquesta y que termina en todo lo alto.

“The Part You Throw Away” - Llegamos así a la segunda aportación de Tom Waits al trabajo, un tema íntimo con arreglos de guitarra y acordeón llenos de melancolía. La melodía es verdaderamente preciosa y, por algún motivo, nos parece ideal para un dúo imposible con Leonard Cohen.


“Scope J” - El cierre lo pone esta canción de Scott Walker, otro cantante de personalidad arrolladora que, en esta ocasión le planteó un difícil reto a Ute Lemper: “imagina que estás con los ojos vendados y en silencio total dejando que tu mente viaje sola hacia dondequiera que desee hacerlo”. La canción es inquietante y nos muestra un ambiente de pesadilla en el que Lemper “intenta cantar en un estado casi de delirio, como Ofelia en “Hamlet”. Espectacular broche para un disco fantástico.

Es raro escuchar a Ute Lemper fuera de su repertorio habitual de canciones de la primera mitad del siglo pasado, tanto alemanas como francesas o pertenecientes a musicales ambientados en la época como “Cabaret”, “All That Jazz” o “Chicago” pero lo que hace en este “Punishing Kiss” nos muestra su grandísima talla como artista más allá de su repertorio más conocido y nos da una excusa, si no lo hemos hecho ya, para bucear en su faceta más conocida. En todo caso, estamos ante un grandísimo disco por encima de cualquier otra consideración y ese es motivo más que suficiente para recomendarlo.


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