Uzbekistán: el centro histórico de shahrisabz

Shahrisabz se encuentra a unos 90 km de Samarkanda. El taxi que contratamos nos hace un bonito recorrido de paisaje de montaña y animales pastando. Llegando a la ciudad, nos acercamos a la frontera con Tayikistán (en tayiko Shahrisabz significa ciudad verde).

Es aquí donde nació Tamerlán, un 9 de abril de 1336. La mayoría de las ruinas que podemos ver se hicieron construir por él, incluso su propia tumba.

Tristemente en los últimos años esta ciudad fue demolida y reconstruida como cualquier otra con esas gigantescas plazas que las caracterizan y los pocos restos medievales quedaron en el abandono.

Esto significa que pesar de que se cargaron casi todo el patrimonio cultural, las ruinas son originales, sin reconstruir, tal como quedaron.

Lo primero que vamos a visitar es la Mezquita Kuk- Gumbezi que se terminó de construir en 1434, ya en la época de Ulugh-Beg, el nieto de Tamerlán.

Frente a la mezquita se haya la Dorut Tillowat o Casa de la Meditación donde vemos a un fiel orando en voz alta con sus seguidores y es aquí donde nos encontramos el recinto funerario de los antepasados de Tamerlán. Este edificio fue decorado con dibujos en azul de influencia india y persa, muy refinados.

El patio alberga un precioso pórtico de madera, donde podemos ver la Khazrati – Imam, junto al Mausoleo de Dorus Sidayat. Aquí yace la tumba de Jehangir, el hijo mayor favorito de Tamerlán que falleció a los 22 años. También descansan aquí los restos de otro de sus hijos.

Salimos y una buena mujer me pide para que salga con ella en la foto y aprovecho para que Francisco me haga una también. Retomamos la avenida del bazar donde se venden gorros, bolsos, incluso hay mujeres bordando todo tipo de tejidos. Paramos en un café para tomar algo.

A lo lejos ya se ve el Palacio Ak-Saray, así que caminamos hasta toparnos con sus ruinas de muros altísimos donde uno se puede hacer la idea de lo inmenso que era.