V encuentro/tertulia de los Libris

— ¿Mañana mismo? ¿En Torrejón? Qué rapidez… ¡Unas veces tanto y otras tan poco!

Así empezaba la aventura del V encuentro/tertulia de los Libris. Sin dejar tiempo a la capacidad de reacción. Después de un encuentro previo de los cuatro integrantes en un lugar indefinido de la zona limítrofe con Alcalá de Henares, se puso rumbo al destino que ya se presagió en la IV reunión de los Libris como futurible para esta V reunión. El centro para la tercera edad.

A nuestra llegada, por las cristaleras de la entrada ya se anunciaba un ambiente nutrido de calvas y canas, de cartas y dominós, de descafeinados y poleos menta. Todo correcto, tal y como debía ser, tal y como lo habíamos imaginado. El ambiente adecuado para nuestra inmersión literaria. A propuesta de Sir Charles Lomlarck nos hicimos fuertes en una mesa del final de la sala. Nos sentamos y Lord Pascualín ofreció al resto de leyendos los guiones de la tertulia.

Tras intensos debates se podría sintetizar de esta manera:

• “La casa infernal” obtuvo, por parte de Mesié de CondeMore, cierta reticencia en cuanto a lo infernal. Él esperaba más miedo. El Duque de la Teruélida adujo que el nivel de miedo le satisfizo, pero las novelas de terror no son su rollo, mas así y todo la lectura le produjo gusto. Sir Charles Lomlarck disfrutó el que más este título y Lord Pascualín lo encontró correcto.
• “Habitaciones separadas” encontró la incomprensión de Lord Pascualín en cuando a la poesía moderna en general y a esta obra en particular. No hallaba poesía en este tipo de poesía, sino una prosa cortada en cachitos inconexos. El Duque de la Teruélida, de opinión semejante, amplió el circulo y dijo que los libros de poesía en general no habitan en su ánimo. En este punto Lord Pascualín dejó clara su ideal diferente entre poesía actual de este tipo y la poesía clásica de los grandes poetas clásicos. Mesié de CondeMore abrazó sin embargo este tipo de literatura y mostró su satisfacción, mientras que Sir Charles Lomlarck en este capítulo se mostraba ausente de espíritu y fue a mear.
• “Bola de sebo y El Horla”. Guy nació, para el Duque de la Teruélida, de una casualidad. Y llegó para quedarse. Sir Charles Lomlarck, sin embargo, ya conocía a Guy. ¿Gay? ¿Guy? ¿Cómo coño se pronuncia esto sin que entren ganas de hacer la bromita fácil? El caso es que fue aplaudido por unanimidad, y se animó a profundizar en Guy, o Gay, o Gey, como prefieran.
• “Mortal y rosa” Las profundidades del ser humano, de los sentimientos mas intrínsecos, lo trascendente… no seducieron en demasía a un Mesié de CondeMore, que se perdió en la inmensidad enrevesada. No así Lord Pascualín, amante de los recovecos del alma, tan difíciles de exteriorizar, magistralmente explorados y exteriorizados por Umbral. El Duque de la Teruélida y Sir Charles Lomlarck, aunque aplaudieron la obra, la pusieron a la sombra del Giocondo, quien aún reina en sus corazones.

Cuando levantamos la vista, vimos despobladas las sillas y mesas. Yacían sobre ellas, inertes, restos de sacarinas, tazas, y alguna cucharilla. Mal hecho, pues un letrero advertía que hay que recoger las mesas. Fuimos apremiados a marcharnos, pero no sin antes otorgarle el Libri de Oro a “Bola de sebo y El Horla”.

Más allá, donde acaba la V Tertulia de los Libris y empieza la sexta ronda, en ese limbo, se habló de ciertas ideas para un futuro mejor en el mundo de los Libris:

** Se aprobó la compra de una figura física del Hada de los Libris, financiándola por un valor de 40 euros pagaderos esa misma noche.

** Se valoró la posibilidad de crear la “Fundación de los Libris”, si se pudiese obtener la financiación o mecenazgo adecuado de terceras personas o entidades jurídicas.

** Se planteó la posibilidad de habilitar, mientras tanto, un fondo de reserva para los gastos derivados de la meditación necesaria acerca del mundo de la cultura literaria. El ingreso sería mensual, de entre 5 y 10 euros por integrante.

Finis Tertulia.