No veo la hora de llegar a casa y abrazar a mi familia y amigos, ver qué cosas han cambiado, cuáles siguen igual, escuchar miles de historias y contarles otras tantas, pisar la playa, volver a escuchar gallego y el acento gallego, comer pescado fresco, tomar algo en una terracita etc. ¡Hay tantas cosas que quiero hacer!Así, después de 15 meses luchando por hacerme un hueco en Berlín, satisfecha con el trabajo bien hecho, me doy una pausa para disfrutar de mis muy merecidas vacaciones hasta mediados de agosto. Recargaré pilas para regresar a Alemania y continuar con más fuerza.
Regalo de una amiga alemana antes de partir.