Revista Comunicación

Vacas sagradas

Publicado el 29 abril 2018 por Mandomando
Vacas sagradas El bigdata está en todos lados, aún cuando no lo veamos. Sobretodo, cuando no lo vemos.

Hace unos días, a poco estuve de terminar en un juicio a Movistar; y de datos -muchos datos- iba la cosa.

En casa tengo montada un WiFi con Movistar a través de uno de sus viejos sistemas compuesto de ONT + router. Más el decodificador de la TV. Tres equipos físicos: la ONT (donde tiene entrada la fibra óptica y desde donde se reparte la WAN), el router (desde donde se reparte WiFi y da conexión por cable al decodificador entre otros dispositivos) y el decodificador de la TV propiamente dicho. De la ONT al router se cableó una salida única, ya que debía pasar entre varias habitaciones. Así se montó en su momento y ha funcionado. Hasta que la vieja cultura choca con la nueva tecnología y empiezan a sucederse los desajustes y en este caso, a verse hilos hasta ahora invisibles.

Meses atrás, Movistar amplió su servicio de 100 a 300 mb de ancho de banda. A pesar de esa ampliación, el router anterior -tecnológicamente desfasado- no podía servir más velocidad y resultaba buen momento para un upgrade. Movistar tenía ese upgrade disponible: el Router Smart WiFi. Sin embargo, este router no necesita una ONT separada sino que lo integra. Algo que descubrimos cuando nos lo entregaron (antes no lo describía la web) con lo cual nos enfrentamos al primer escollo qué dispositivo debía ir donde estaba el viejo router que sirve al decodificador de TV y a otras tres conexiones físicas? Conclusión: devolvimos el nuevo equipo y elegimos seguir otro camino. Compramos un router para usarlo de repetidor y a la vez, tener otra WiFi. Esto resultó en el escollo número dos y por el que estuvimos a punto de terminar en juicio con la telefónica. Resultó que una vez puesto el router intermedio (éste sí, aprovechando los 300 mb y dando servicio 5G en WiFi) la TV dejó de funcionar. Cuando querías cambiar a idioma original, se colgaba el sistema. Cuando querías poner subtitulo, se colgaba el sistema. Cuando querías ver una película grabada, se colgaba el sistema. Y así, otras funciones. Cuando la compañía "descubrió" la existencia de un router intermedio no oficial, decidió que el servicio que nos estuvo prestando era correcto, que el problema lo habíamos causado nosotros, que no daría soporte técnico a dispositivos externos y que nos cargarían una factura por el tiempo dedicado. Con esto último, recurrimos a la OCU. Yo seguía pensando que Movistar estaba equivocada en cuanto a poder instalar en mi casa los dispositivos que me den la gana. Seguía pensando que habían sobre actuado. La factura la retiraron, pero el servicio siguió sin funcionar ...¿por qué le era tan importante a la telefónica la conexión decodificador TV directa al router base? Sí, por los datos. Cuando se sirve publicidad digital, se pretende dar publicidad contextual. Si tengo una IP enmascarada, el Sistema pierde conocimiento y no puede dar micro segmentación a sus anunciantes.

El bigdata está en cada dispositivo que tenga posibilidad de captar un comportamiento y en cada sensor que sirva a tal fin. Toda batalla de bloqueo -voluntario o no- resultada anecdótica.

A estas alturas, ya es tarde para preocuparnos de los datos que dimos. A todos los que quisieran tomarlos, cada vez que hemos dado permiso a acceder a nuestra cámara, a nuestros micrófonos, a nuestros sensores, a usar la WiFi del aeropuerto, de la estación de tren, del gimnasio y del McDonald's. A nosotros -a esa sociedad que quiere todo, protesta por todo pero no se refrena a nada- esto puede parecernos un insulto. Vale.

-"Hola Sociedad, yo, te insulto. Yo he tomado tus datos, yo he usado tus datos, yo he revendido tus datos en forma de Google Adwords, de Facebook Ads, de DB de LinkedIn, de suscriptores y de mil formas más. Y lo seguiré haciendo."

Suena terminante, pero es así. Sí, el {ecosistema} bigdata se nutre de la dejadez de la gente. Loado sea el dato y bendita su contextualización.

Sin embargo, temblaría el Sistema si cada uno de nosotros se dedicará a compartir datos erróneos propios, cada día, gustando de aquello que no nos gusta. Escuchando en Spotify canciones que no nos gustan escuchar, dando likes en Instagram a fotos que no nos interesan ver, visitando páginas de productos que no pensamos comprar. Escondiendo las vacas sagradas entre miles de otras vacas. Intoxicando de impredecibles cambios nuestra huella digital . Toda esta inteligencia de datos desaparecería instantáneamente.

Que fácil sería. Que desastre implicaría que socialmente se pusiera en práctica.

Que suerte que nadie lo vaya a hacer 😉


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