Vacía la Nevera

Rubén (tienda) tiene 29 años y es madirleño. Estudió laboratorio de imagen en IED Total design y aunque nunca se ha dedicado a ello profesionalmente, ahora le está sacando mucho partido. Después de 10 años trabajando en algo poco creativo, decidió retomar los estudios para poder trabajar para sí mismo y “despertar”. En este momento cursa el segundo año de joyería en IES Barajas.

Desde pequeño ha sido muy inquieto, se podía tirar horas pintando o inventado historias. Su carta a los Reyes siempre eran: pinceles, blogs, estuches de colores, acuarelas, plastelina y películas de Disney…

“A los 3 meses de empezar joyería compré la mesa de joyero, herramientas para arrancar a trabajar, soplete, motor… y poco a poco fui creando un pequeño taller en una de las habitaciones en casa.”

La marca nace hace más o menos hace un par de años cuando estudiaba diseño. Una colección de accesorios de cuero y tuercas le dan el empujón para creer en el proyecto y querer aprender la forma de trabajar el metal. De este modo poder ofrecer diseños únicos y expresar con ellos emociones, penas, risas, amor, desamor, colores y sabores.

“El nombre nace para dedicarlo a todas las personas que aman los accesorios y que en ocasiones por darse un capricho tiene VACÍA LA NEVERA. También se puede decir que me considero un cocinero de la joyería, o mejor dicho, un aprendiz a cocinero. Voy probando con nuevos materiales, colores, estilos y formas, como lo haría un cocinilla que le gusta probar con especias, tiempos, salsas, etc.
Las técnicas que uso son modelado en cera o directamente en el metal. Y los materiales: plata, latón, bronce, cuero, telas, hilos, madera. No descarto trabajar con oro para próximas colecciones, y con cerámica o esmaltes. La joyería tiene infinitas posibilidades.”

La inspiración le viene de muchas partes, en primer lugar de la fotografía. Se puede decir que tiene una cámara de fotos en los ojos y va archivando momentos, sensaciones, colores, sentimientos y un largo etcétera. Los viajes, revistas de moda, música, gente y, cómo no, el metro y los viajeros, hacen el resto. Su última colección, “Memories”, está inspirada en sus pequeños momentos, recuerdos especiales.

“Me gustaría poder seguir creciendo en esta profesión, crecer con la marca y dar trabajo, que falta hace. Mi idea es seguir contado vivencias con mi forma de trabajar las joyas al igual que los libros cuentan historias. Y seguir disfrutando como hasta ahora o más en el mundo de la artesanía y, más en concreto, en el de la joyería. Estoy feliz de trabajar un material que perdura en tiempo y que nunca pierde valor.”