Revista Salud y Bienestar

Vacuna del papiloma: ¿El nuevo Vioxx?

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Al hilo de lo último que he publicado en el blog sobre las irregularidades de la vacuna del papiloma comparto la reflexión de su autora, Teresa Forcades.

El día 8 de septiembre de 2012 murió en Asturias una niña de 13 años, Andrea, tras recibir la segunda dosis de la vacuna. El riesgo de morir debido a la vacuna del papiloma es menor que el riesgo de morir debido al cáncer de cuello de útero pero hay una diferencia esencial: quienes mueren o se quedan inválidas de por vida debido a la vacuna son chicas jóvenes y sanas que fallecen por culpa de una intervención de salud pública recomendada por las autoridades sanitarias.

Quienes mueren por el cáncer de cuello de útero son mujeres mayores que si tuvieran acceso al test de Papanicolau seguramente no morirían. No tiene ningún sentido exponer a una invalidez permanente o a la muerte a una niña sana para prevenir un cáncer que se puede prevenir con una intervención inocua (el test de Papanicolau seguido de la ablación con láser).

Hay que recordar que en 2007 la misma compañía farmacéutica que fabrica la vacuna Gardasil (Sanofi Pasteur Merck, Sharp & Dohme (MSD), fue condenada por un tribunal penal de los Estados Unidos por haber ocultado información de vital importancia en relación a la seguridad de su medicamento anti-inflamatorio Vioxx. El preparado farmacológico causó infarto de miocardio o embolia cerebral a varias decenas de miles de personas antes de que fuera prohibido (se aprobó en 1999 y se retiró en 2004).

Como argumenta Forcades:

La compañía MSD recibió una sanción multimillonaria por este delito pero el coste de la multa –a pesar de ser multimillonaria– fue inferior a los beneficios que Merck había conseguido con la venta de Vioxx. Ninguno de los responsables de este delito fue a prisión.

¿Se repetirá la historia? ¿Será la vacuna contra el virus del papiloma humano el próximo Vioxx?


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