Falta información a los padres y madres sobre los efectos adversos de las vacunas. De manera paradójica, ayer publiqué sobre la campaña que se ha desatado para incitar a la población a vacunarse, entre otras, contra el sarampión, incluso para”abrir el debate” sobre la vacunación forzosa y también ayer recibimos esta información de Diario Médico:
“La encefalopatía es un riesgo atípico de la vacuna del sarampión del que hay que informar por ser ‘señaladamente grave’. Así lo ha resuelto el TSJ de Castilla y León en una sentencia que condena a la Administración a indemnizar a un menor con esa enfermedad y a sus padres”.
Los padres de un menor vacunaron con la triple vírica (sarampión, rubeola y parotidis) a su hijo de 15 meses de edad en 1994, siguiendo lo establecido en el calendario vacunal de Castilla y León. A la semana, el niño, que hasta ese momento había tenido un desarrollo normal, presentó signos de empeoramiento general de su salud durante varios meses, que terminó en el diagnóstico de encefalitis y tetraparexia espástica, por la que en 1998 la Consejería de Sanidad le reconoció una minusvalía del 92 por ciento.
La condena se fundamenta en la falta de información a los padres sobre una complicación, la encefalopatía, en el suministro de la vacuna triple vírica, en la dosis contra el sarampión. El riesgo es tan “señaladamente grave, por más que se trate de un riesgo atípico por infrecuente“, que hay deber de informar, dice el fallo.
Como argumenta el médico Juan Gérvas, esto demuestra la necesidad de contar con sistemas no judiciales, del estilo de los de Alemania. También de la necesidad de informar como a los padres y madres; las vacunas tienen ventajas e inconvenientes, y se requiere el consentimiento informado habitual, por más que pueda ser verbal, pero informado, no firmado.
Por otra parte, Máximo Sandín, profesor del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) me cuenta que le han entrevistado en una radio universitaria para hablar sobre lo “delicados” que son los métodos que se usan para hacer las vacunas. Se trata de lo siguiente:
“En todos los tejidos de los seres vivos, especialmente durante el desarrollo embrionario, pero también en el estado adulto, se están expresando cientos de virus endógenos (que están integrados en los genomas), especialmente retrovirus, pero también virus ADN, que participan en las funciones normales de esos tejidos. Si, para hacer las vacunas, cultivan virus (infectan) en tejidos embrionarios o en cultivos celulares, estos virus se pueden hibridar con sus correspondientes del tejido de cultivo. Por eso hay virus de la gripe híbridos de hombre y ave o de hombre y cerdo. No porque los virus “salten” de una especie a otra (los virus son muy específicos de cada especie), sino que son producidos por la forma de elaborar las vacunas.
Cuando tenga el enlace de la entrevista la publico y así aprendemos todos.
Más info en el libro La salud que viene.