En los últimos años en general la crianza de los niños esta volviendo a los orígenes y cada vez se procura que sea algo más natural. La verdad es que se llego a un punto en que quizá todo estaba excesivamente medicalizado y se estaba llegando a extremos casi obsesivos. Al final con estos excesos estábamos convirtiendo a nuestros bebés en pequeños niños burbuja aislados del medio natural. Afortunadamente con el nacimiento de mi pequeña Patatita, sí que he notado que tanto en el Hospital como los especialistas (y estoy hablando de médicos y matronas) están procurando que todo sea más natural y procuran educarnos de alguna manera en esta corriente.
Sin embargo, aunque procuremos medicalizar la crianza de nuestros hijos lo menos posible, la ciencia avanza mucho y principalmente para mejorar nuestra calidad de vida. La función de las vacunas es prevenir ciertas enfermedades que se han llegado a considerar muy peligrosas para nuestra salud y llegar a un punto en que se consiga erradicar dichas enfermedades. De hecho se llegó a un punto en que escuchar que alguien tenía sarampión resultaba raro. Sin embargo el los últimos 12 meses los diagnosticados por esta enfermedad han crecido notablemente hasta llegar casi a los 2000 casos en el primer año de vida del bebé. ¿Pero a que se debe esto?
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Como siempre en casos de estos me viene una frase a la cabeza: "Mi libertad termina donde comienza la tuya" y es que puede ser que tu elijas no vacunar a tus hijos ejerciendo tu libertad, pero si tu hijo se contagia y por calendario de vacunación aún no he podido vacunar a mi peque (siendo mi elección vacunar) finalmente se contagia a dónde ha ido a parar mi libertad¿?
Es verdad que ver como pinchan a nuestros peques nos puede resultar horrible, creo que ya escribí sobre esto en otra entrada, pero es un segundo y se pasa. También es cierto que en alguna ocasión les puede dar reacción, pero nada que ver con el paso de alguna de las enfermedades de las que hablamos. He llegado a leer en algún caso que se evitan las vacunas porque según algún estudio se cree que ciertas vacunas pueden provocar autismo, pero no existe «evidencia científica» de la relación causa-efecto de este tema (http://www.vacunas.org/es/info-publico/novedades/116285-las-vacunas-no-provocan-autismo).
En fin, me cuesta entender que en estos días en que nos encantaría levantarnos con la noticia en los tele-noticias de que se ha encontrado la vacuna para el cáncer o el SIDA, haya padres que se nieguen a vacunar a sus hijos de enfermedades que creíamos erradicadas o al menos estaban muy controladas.
Sé que debo de respetar la libertad de decisión de cada uno en la crianza de sus hijos, pero de verdad que en estos casos me cuesta.
Os dejo unos enlaces a noticias relacionadas que han salido estos días sobre el tema:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/01/11/noticias/1326292766.html
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1063439
http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/importante-aumento-casos-sarampion/1291818/
P.D. : Aunque no estoy escribiendo mucho en el blog últimamente sí que he vuelto a estar algo más activa en nuestra página de Facebook: http://www.facebook.com/pages/Y-ahora-Pap%C3%A1s/141299165934442