En el marco de la campaña por una moratoria en la aplicación de la vacuna del papiloma, que lleva recogidas casi 25.000 firmas, leo que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) considera que vacunar contra el cáncer de cérvix es una falsa promesa. El marketing de las vacunas, Gardasil y Cervarix, ha llevado a creer que estas protegen contra la aparición de ese tipo de cáncer pero no es verdad.
La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) se introdujo en España con la promesa de que iba a prevenir el cáncer de cuello de útero o de cérvix. Una falsa promesa. Así lo explica Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), una organización sin ánimo de lucro respetada y valorada por su labor de información a la población, el acompañamiento a enfermos y familiares y el fomento a la investigación del cáncer.
Lo hace en su página web es un extenso apartado que le dedica a este tipo de cáncer.
Éstas son algunas de las claves que ofrece sobre el cáncer de cuello de útero en nuestro país y la vacunación que nos resumen en un texto que viene a explicar que estar en contra de la vacuna del papiloma y pedir una moratoria en su aplicación no significa estar en contra de las vacunas:
El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del de mama en el mundo y el quinto de todos los cánceres. Pero hay grandes diferencias entre los países más y menos desarrollados. Entre el 80 y el 85% de los casos se registran en países en vías de desarrollo, mientras que en los países desarrollados su frecuencia ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.En España se diagnostican unos 2.100 casos anuales, lo que representa el 3,3% de los tumores femeninos, por detrás de los tumores de mama, colorrectales, estómago, cuerpo de útero, ovario y hematológicos. La incidencia en España se puede considerar muy baja (7,6 nuevos casos/100.000 habitantes/año). Las campañas de diagnóstico precoz han jugado un papel esencial.
El grupo de los virus papiloma está constituido por más de 100 tipos, que se transmiten de persona a persona durante las relaciones sexuales. La vacuna no protege contra el 100% de los virus del papiloma humano. Aunque previene la infección por los tipos dominantes, no previene la infección por la mayoría de los otros tipos que también pueden causar cáncer cervical.
La mayoría de las mujeres con infección por VPH no desarrollarán un cáncer de cérvix. Generalmente la infección desaparece sin ningún tratamiento, gracias a que el sistema inmune de la mujer ha sido capaz de destruir los virus. El cáncer de cuello de cérvix o cuello de útero es uno de los pocos cánceres que se pueden diagnosticar precozmente, es decir, antes de que la mujer aprecie algún síntoma.
Las revisiones ginecológicas habituales permiten el diagnóstico de las lesiones premalignas, de tal forma que su tratamiento evita que éstas evolucionen a lesiones invasivas. No todas las mujeres con lesiones precancerosas desarrollarán un cáncer de cérvix. Una prueba de Papanicolaou puede detectar el crecimiento cervical anormal sin importar cuál tipo de VPH fue la causa de que se desarrollara. La vacunación no debe sustituir a las revisiones ginecológicas.
Por lo menos un 70 por ciento de las personas sexualmente activas estarán infectadas con el VPH genital durante algún periodo de sus vidas. El VPH infecta tanto a hombres como a mujeres. La supervivencia por cáncer cervical en España es superior a la media europea y semejante a la que se registra en EE.UU.
En España fallecen unas 550 mujeres al año por su causa (el 2% de todas las muertes por cáncer femenino y el 0,3 % del total de muertes entre las mujeres). La mortalidad en España por este tipo de cáncer se puede considerar muy baja y su tendencia es a disminuir.
La edad media al fallecimiento por cáncer de cérvix en España es de 60 años. El cáncer de cérvix es uno de los principales problemas de salud en los países en vías de desarrollo, mientras que en los países desarrollados, gracias a las campañas de diagnóstico precoz, ha dejado de constituir una seria amenaza.
Pueden matizarse o explicarse mejor algunos aspectos pero he preferido dejar como está el texto de la AECC, sin comentarios. Que cada cual obtenga sus conclusiones. Si lo creéis oportuno podeis firmar la petición de moratoria que impulsan el catedrático de Salud Pública Carlos Álvarez-Dardet y la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP).