Revista Diario

Vacunas

Por Arielac
Hoy he llevado a Valeria a vacunar. No sé si ya lo he comentado antes, pero nosotros no estamos siguiendo el calenadario oficial de vacunas. Desde antes incluso de estar embarazada, ya estábamos preocupados por el tema y leímos bastante. Cuando nació Valeria, seguíamos sin estar convencidos de nada al 100%, nos hubiera gustado poder ponerle de momento solo determinadas vacunas, como por ejemplo la del tétanos. Pero en España no hay manera de conseguir esa vacuna de modo individualizado, así que decidimos ponerle la pentavalente (que es en la que va la del tétanos) y el resto, ir viendo. No se la pusimos cuando cumplió los dos meses, si no que esperamos a los 4. Hay quien dice que el calendario vacunal para prematuros debe ser el mismo que para niños nacidos a término, pero nos parecía que Valeria era muy pequeña aún, y total, por esperar dos meses tampoco pasa nada. Lo hablamos con su pediatra y le pareció bien, aunque no compartía nuestra opinión escuchó nuestras razones, nos explicó las suyas y luego nos comentó que le parecía bien la alternativa que le proponíamos, que no pasaba nada por esperar un poco más si nos quedábamos más tranquilos.
Con 4 meses le pusimos la primera dosis, con 6 la segunda y la tercera le tocaba hoy, con 8 meses. La enfermera habitual, con la que habíamos hablado ya del tema y estaba todo claro, no estaba, en su lugar había dos chicas jóvenes en la consulta. Lo primero que les ha pasado es que les ha entrado mucho agobio porque la niña tiene 8 meses y no 6. Cuando han visto que lo que tenía puesto es la pentavalente en lugar de la hexavalente y la meningitis, casi les da algo. Más o menos esta ha sido la conversación:
Enfermera: "Pero es que a esta niña le toca la hexavalente".
Yo: "Ya, es que de momento le estamos poniendo solo la pentavalente".
E: "¿Por qué? ¿Lo ha dicho el pediatra?"
Y: "Ehhhhm, no, lo digo yo" (que soy su madre)
E: "Pero ¿qué pasa si se coge una enfermedad de éstas?"
Y: "¿Y qué pasa si se coge una enfermedad contra la que no hay vacuna?"
E: "Es que vacunar es obligatorio" (ya tardaba en salir esto!)
Y:"Ninguna vacuna es obligatoria"
E: "Aquí sí" (Aquí ¿dónde?)
Y: "No son una obligación, son un derecho"
E: Silencio...
Le han puesto la vacuna. Cuando ya me iba, ha retomado la conversación:
E: "Pues hay niños que vacunados de meningitis se la cogen, así que fíjate..."
Y: "Pues precisamente, ya ves que la vacuna no protege tanto".
E: Silencio...
Hace unos días una amiga mía vacunó a su bebé de dos meses. A la niña le dio una reacción bastante fuerte, fiebre alta tres días y flemas. Cuando la llevó al médico le dijo que sería una reacción de la vacuna y que no quedaba más remedio que pasarla. Ella, asustada por ver así a su bebé, le dijo al médico que a la próxima no vacunaba. El médico le respondió que en Castilla y León vacunar es obligatorio, que sin vacunas no te lo admiten en la escuela.
Vamos a ver. No pretendo con este post iniciar un debate acerca de "vacunas sí-vacunas no" (¡qué pereza!). Simplemente, trato de plasmar que vacunar es un DERECHO de los padres, no una obligación. En todo caso es obligación para la Administración poner las vacunas del calendario vacunal si los padres quieren, pero en ningún caso los padres están obligados a vacunar.
Cada familia tiene el derecho- y debe ejercerlo- de decidir si quiere o no vacunar a sus hijos, si los quiere vacunar de todo o no, y en qué momento. Los calendarios oficiales son, digámoslo así, optativos, son lo recomendado por la Administración para los padres, pero en ningún caso son preceptivos. Es necesario que los padres tomemos conciencia de esto. La salud es un derecho, no nos pueden imponer vacunar o no a nuestros hijos. De hecho, no hay ni una sola ley que diga que vacunar es obligatorio, y desde luego no admitir a un niño en la escuela por no estar vacunado es inconstitucional, la educación es otro derecho de los ciudadanos que la Administración no puede negar.
Me molesta bastante que haya médicos que van con la cantinela de que "vacunar es obligatorio". Hace poco, una madre me comentó que su pediatra le había dicho que si no vacunaba, los servicios sociales le podían quitar a su hijo. Estaba aterrada, claro.
Y quiero denunciar aquí que esto no es cierto. No es obligatorio. Corresponde a los padres informarse en profundidad y tomar la decisión que consideren adecuada, la salud de sus hijos es responsabilidad suya, no del Estado, por tanto son los padres los que deben decidir.
Por favor, no os dejéis engañar. Independientemente de cuál sea vuestra postura, si alguna vez un médico os habla de la obligatoriedad de las vacunas, hacedle saber que esto no es así. No puede ser que intenten manipularnos de esta manera. La labor del médico en este campo es informar y dar su opinión, pero no engañar y ocultar datos.
Aquí os dejo un enlace sobre la no obligatoriedad de vacunar.

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