Han pasado dos semanas desde que publiqué por última vez, tenia ahora algunos artículos en cola pero después de leer este articulo sobre el destino de Konigsberg en los últimos días de la SGM he pensando en escribir un poco sobre el destino de los alemanes derrotados. Mucho se ha hablado y escrito sobre los crímenes y actitudes de los victoriosos ejércitos alemanes, pero poco he leído sobre los victoriosos ejércitos aliados. Fue una guerra, y en una guerra siempre la verdad es la primera víctima. Veremos ahora que mas hubo.
El historiador romano Tito Livio cuenta como Roma fue asediada por los galos. Apareció el hambre en la gran ciudad. Brennus, rey de los galos, decidió levantar el cerco y retirarse si le pagaban mil piezas de oro. Cuando Brennus vio que los romanos no le habían pagado lo suficiente, los romanos acusaron a los galos de usar pesas falsas para pesar el oro. Tito Livio describe la reacción de Brennus de la siguiente manera: "El arrogante galo arrojó su espada en la balanza y dijo las insoportables palabras para los romanos: ‘Vae Victis’, ’Ay de los vencidos’". Como castigo por reclamar, los romanos hubieron de pagar aún mas. "Vae Victis" es una expresión que describe la terrible verdad de que el pueblo derrotado está entregado a los caprichos del vencedor.
Empecemos con Konigsberg, actualmente Kaliningrado. el puerto mas importante de Rusia en el Europa y puerto principal de la Flota del Báltico. El oblast de Kaliningrado es lo que anteriormente era la recordada Prusia Oriental, el feudo de los caballeros de la orden teutónica. Alemana por historia y por naturaleza. Hoy no queda un sólo alemán en esas tierras. ¿Que sucedió? Fueron exterminados. Cuando el Ejercito Rojo avanzaba en su marcha sobre Alemania decidieron hacer un stop en Prusia Oriental, con el fin de buscar una anexión de dichos territorios y aplastar la moral alemana en la misma cuna de su nación. Este es el mapa del sitio de Konigsberg.
Como se verá la operación era cercar Kongisberg, los soviéticos no querían dejar alemán vivo ni soldados, ni civiles para así poder repoblarla con colonos. Lo más evidente es que Stalin vació Prusia de alemanes y llevo a cabo un proceso de rusificación completísimo (por ejemplo, otra ciudad emblemática de Prusia Oriental que en el presente tiene otro nombre es Tilsit, que se llama Sovietsk). Los habitantes fueron echados de manera espantosa y los que se quedaron fueron oprimidos vilmente. Los terrores que llegaban a Alemania de la ocupación rusa de la Prusia Oriental no fueron precisamente infundados, por ese motivo generalmente los alemanes preferían entregarse a los americanos que a los soviéticos.
Las mujeres alemanas fueron sufrieron terribles vejaciones, golpes, insultos y violaciones múltiples, y ésto fue una política oficial de guerra por parte soviética. En la Wehrmacht había una total prohibición de violar mujeres en tierra enemiga y si alguien lo hacia era condenado a muerte por fusilamiento (política oficial nazi de no mezclar razas). Al contrario, los soviéticos animaban a sus soldados a violar a las mujeres alemanas sino basta recordar las palabras del escritor ruso Ilya Ehrenburg, éste mandaba a los soldados a "romper el status racial de las mujeres alemanas", decía: "los alemanes no son personas. Desde ahora la palabra ‘alemán’ es la peor de las maldiciones (...) Matad a los alemanes! Te lo manda tu anciana madre. Mata a los alemanes. No pierdas la ocasión. No hagas fallos. Mata."
Y los que no murieron tuvieron que abandonaron la ciudad, refugiandose en países vecinos, o marchando al Oeste, por ese motivo la población de Kaliningrado es rusa. Los soviéticos han querido eliminar todo vestigio de ciudad clásica alemana, derrumbando muchos edificios históricos, inclusive el viejo castillo.
En la emigración forzada de los alemanes del Este, que es considerada como la mayor de la historia, participaron unos 16,6 millones de alemanes y de alemanes de origen. De ellos, 3,7 millones morirían o desaparecerían. Entre estos se encuentran 1,4 millones de alemanes de origen que desde el siglo XVIII estaban establecidos en Rusia. Según datos, 800.000 fueron deportados a Siberia.
La población alemana de los territorios del Este, que en 1939 era de 9,6 millones (con Danzig 10 millones) fue expulsada dejando todos sus bienes. Entonces no quedaron más que 2 millones de alemanes. De ellos 1.067.000 fueron reconocidos como “autóctonos” porque sus apellidos sonaban a polaco o por otras razones. En 1947 obtendrían la nacionalidad polaca. La reconocida minoría alemana en 1955 se fijó en 150.000, dos años después sólo era de 65.000.
No sólo fue en Prusia Oriental. En los enormes territorios Polonia arrebató a Alemania en 1.945 tenia la Oficina Estatal (organización encargada de perseguir a "nazis") 1.255 campamentos para alemanes, y en todos murieron del 20 al 50% de los prisioneros. Esto no se pudo mantener en secreto. Muchas personas tomaron el tren a Berlín y lo denunciaron a las embajadas de EEUU y Gran Bretaña, que informaron a Washington y Londres en enormes sobres. Alguien debió leerlos, porque el jueves 16 de agosto, Winston Churchill pidió la palabra en la casa de los comunes y dijo: "Grandes cantidades de alemanes han desaparecido sin dejar rastro. No se puede desechar la idea de que una catástrofe de enormes dimensiones está ocurriendo tras el telón de acero". Otro parlamentario dijo: "¿Era ESTO por lo que nuestros soldados murieron?". En el Congressional Record del día 2/8/1945 está escrito lo que un senador de EEUU dijo: "Tras los horrores de los campos de concentración nazis habría que esperar que algo así nunca mas volviese a ocurrir. Pero lo siento…". El senador informó de de castigos, fusilamientos, torturas con agua, abrir las venas, destrozo de cráneos contra el techo en los campos de concentración de las Oficinas del Estado.
En el campo de concentración de Schwientochlowitz, en Polonia, tres cuartas partes de los prisioneros alemanes habían muerto, su comandante Salomon Morel dijo: "Lo que los alemanes no habían conseguido en cinco años en Auschwitz, lo he conseguido yo en Schwientochlowitz en sólo cinco meses". Durante siete meses consiguió Morel acabar con la vida de 2.500 civiles alemanes. El año 1.992 querían en Polonia procesarlo por esta masacre. Morel huyó a Israel, que se negó a extraditarlo a Polonia.
En general en los países del este (bajo la égida soviética) oficialmente los alemanes restantes fueron declarados "fuera de la ley". En noviembre de 1.944 la "Liga antifascista para la liberación nacional" de Yugoslavia declaró lo siguiente: 1) Todas las personas que viviesen en el país y fuesen de origen alemán, perdían automáticamente la ciudadanía y todos los derechos civiles. 2) Todas las propiedades de las personas de origen alemán, pasaban a ser propiedad del estado. 3) Las personas de origen alemán no tienen ningún derecho ni pueden dirigirse a ningún tribunal para pedir protección. Es decir, que cualquier alemán podía ser robado, encarcelado, maltratado y asesinado.
En total (en cifras de Alfred Zayas) las bajas en prisioneros (militares y civiles) fueron: en los territorios alemanes del este: 1.225.000 víctimas, Checoslovaquia 267.000 víctimas, resto de países: 619.000 víctimas. Total 2.111.000 víctimas.