Antes de que una de nosotras fuera madre, ya sabía que, cuando llegara el momento, lo primero que iba a comprarse era una mecedora. Y así fue. En los primeros meses de gestación, de mellizos por cierto, compró un modelo de estilo "Thonet", con asiento y respaldo de rejilla, vintage y atemporal donde los haya. ¡Y menudo trote le dio! Balancín va, balancín viene, "melli" va, "melli" viene, todo el día y parte de la noche... Tanto cariño le cogió al mueble, que ya nunca se deshizo de él. Se encuentra ahora en la playa, donde se le sigue dando mucho uso, sobre todo por una de las Julias, esa que se crió mecida por el suave vaivén de la hamaca. Cuando comenzamos con el blog, uno de los primeros post se lo dedicamos a este mueble que lleva formando parte de nuestras vidas tantos años. Y hoy repetimos, después de ver en una página online especializada en ventas temporales de muebles y decoración, que la mecedora en general, y nuestro modelo en particular "....aunque ha pasado por momentos bajos, está recuperando progresivamente el terreno perdido en los últimos años....convirtiéndose en un verdadero objeto de deseo". Así que, ¡estamos a la última!, aunque nunca hayamos considerado a nuestra mecedora, una cuestión de moda...
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¿Habéis visto, además, la de posibilidades decorativas que tiene? Contadnos, ¿tenéis alguna mecedora por casa?