El día ha llegado, Valencia pasa a la historia, la denominación en español de esta ciudad ya no tiene validez, ahora el único topónimo aceptado será València, algo así como «Valansia», aunque no entiendo por qué, dicen que pese a ser el acento abierto, se pronunciaría como acento cerrado (Valensia). Cosas de la lingüística, o puede que de la política, vaya usted a saber. Esta (la eliminación de Valencia) era sin duda una de las enormes e históricas preocupaciones de una parte de nuestros políticos y el Consell ya ha aprobado el cambio de denominación quedando por lo tanto excluida la posibilidad de la denominación española a partir de ahora.
Valencia no es el primer topónimo que desaparece
Valencia desaparece del mapa. Ahora SOLO SERÁ VALÈNCIA
Con este reciente cambio ya son 164 los municipios de la Comunitat que han adoptado la denominación única en valenciano (como Ontinyent, que ya está muy mal visto que se llame Onteniente porque, dicen, es cosa de fachas). Solo treinta y cinco municipios tienen en la actualidad oficializada la doble denominación en valenciano y español.
La propuesta de la canibalización del término se hizo el pasado mes de marzo de 2016 y las alegaciones que se han presentado han sido todas rechazadas. Al final se ha aprobado la defenestración de Valencia con los votos en contra del Partido Popular y Ciudadanos.
Apoya la desaparición del término español la Acadèmi Valenciana de la Llengua.
Dicen desde el PP: «El tripartito, llevado por un afán de adoctrinamiento de la sociedad, lejos de buscar el consenso del que tanto hablan, lo único que buscaba es la división de los valencianos». «Es hora de decir basta a las tomaduras de pelo de Ribó y del Consell a los valencianos».
Se está estudiando la posibilidad de presentar recurso judicial: «La realidad de Valencia es bilingüe y Ribó y su ideología no representa la mayoría de los valencianos».
Son cosas de los idiomas y de los radicalismos que no comparto, pero con los que toca convivir.
Ramón Cerdá