Hacía mucho que Valencia estaba entre mis destinos pendientes. Familiares y amigos me habían hablado de lo linda que era por lo que las expectactivas eran altas pero WOW! Nos dejó encantados!
Pero fue cuestión de llegar, subirnos a una bici y enamorarnos a los pocos minutos. Y para siempre!
Les cuento nuestro viaje de 3 días y 2 noches recorriendo muchos de los imperdibles de esta ciudad.
Viajar a Valencia desde Madrid
Valencia queda a 360 km de Madrid. Se puede llegar de diversas maneras, nosotros elegimos viajar en tren. Un medio de transporte que amamos y que en Europa funciona a la perfección. Salimos desde la estación de Atocha en el AVE, el tren de alta velocidad español. Llegamos en menos de dos horas a la estación Sorolla de Valencia. Un placer!
Donde nos alojamos y cómo nos movimos
Hay muchas zonas recomendadas para quedarse: en el casco antiguo, cerca de la Plaza del Ayuntamiento, en la zona más moderna hacia la Ciudad de las Artes y las Ciencias, más alejados de la ciudad pero cerca de las playas... Cada lugar tiene su encanto. Nosotros encontramos un hotel a buen precio y ubicado algo alejado pero bien comunicado con metro y autobus en la zona de Campanar.
El desayuno es muy bueno y el hotel estaba muy bien, simple y comfortable. Les dejo el dato:
Otro dato: hay una tarjeta de transporte SUMA10 que se puede compartir entre dos o más y sirve tanto para autobus como para el metro.
Llegamos al mediodía, dejamos todo en la habitación y... a bicicletear!
Amamos que Valencia sea una ciudad tan amigable con las bicis. Hay muchos kilómetros de bicisendas, 160 para ser exactos! La cantidad de valencianos y turistas en bici es impresionante. Para aplaudir realmente. Además de los beneficios para la salud y para el medioambiente, nos encanta recorrer una ciudad en dos ruedas, así que estábamos felices. Ahí mismo en el hotel alquilamos bicis por 24 hs y aprovechamos cada minuto. Vamos?!
Día 1 - Ciutat Vella - Ciudad de las Artes y las Ciencias y llegar al mar (todo en bici)
El hotel estaba a pocos metros de los Jardines del Turia, un parque urbano situado en el antiguo cauce del río Turia. Era un río que solía causar inundaciones y lo convirtieron en uno de los mayores jardines urbanos de España. Atraviesa gran parte de la ciudad, tiene bicisendas por supuesto y los valencianos lo disfrutan un montón: vimos corredores y variedad de deportes. Es realmente una ciudad que se nota, le fue dando mucha importancia al verde y al urbanismo con sentido. Aplausos!
Pedaleamos hasta las Torres de Serranos, del Siglo XV. Junto a las Torres de Quart son las únicas puertas fortificadas que se conservan de la antigua muralla que rodeaba la ciudad en la época medieval. Se puede subir a ambas!
A través de las Torres hicimos nuestro ingreso al casco histórico. Fue nuestro primer "WOW qué lindo!" y no paramos de repetirlo! :)
Llegamos a la Plaza de la Virgen, situada sobre un antiguo foro romano. Se destaca la bella Fuente del Turia y está rodeada por la Catedral de Santa María, el Palacio de la Generalidad y la Basílica de la Virgen de los Desamparados.
Aquí también se encuentra el Tribunal de Aguas de Valencia, Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, es el más antiguo tribunal de justicia existente en Europa (data del año 960 y se encarga de solucionar problemas de las acequias de Valencia).
La Catedral de Santa María de Valencia se puede visitar y hasta subir a su famoso Miguelete (torre campanario con geniales panorámicas de la ciudad, son 200 escalones!) La Catedral es de estilo gótico. Fue Templo de Júpiter en la época romana y Mezquita en la época árabe.
La entrada a la Catedral es desde la Plaza de la Reina una de las más animadas de la ciudad, llena de terrazas y con bancos y canteros tipo praderas divinos.
A metros de la plaza se encuentra la histórica Horchatería Santa Catalina para probar la horchata de chufa y los típicos fartons. Debo decir que no me animé a la horchata (no me resultan tentadoras esas bebidas pseudo lechosas) pero sí a los fartons. Les cuento más adelante :)
La horchata es una bebida refrescante preparada con agua, azúcar y chufas mojadas, además de ingredientes que potencian su sabor, como la canela y la piel o cáscara de un limón. Las chufas son pequeños tubérculos con forma de nudos que proceden de las raíces de la juncia avellanada, un fruto similar a la avellana. En Valencia es una bebida bien típica que se toma junto con fartons sumergidos en ella.Enfrente a la Horchatería, la Iglesia de Santa Catalina y su torre que ofrece lindas vistas de la ciudad y de la Plaza Redonda o Plaza del Clot. Esta plaza tiene 4 entradas situadas en los puntos cardinales y las tiendas que la rodean conservan la tradicional venta de productos de mercería para fabricar los famosos trajes valencianos. Vimos grupos de mujeres bordando y todo!
Seguimos en dos ruedas hasta el Mercat Central que por la hora, ya estaba cerrando así que lo dejamos para el día siguiente. Donde sí entramos fue a la maravillosa Lonja de la Seda, definitivamente un imperdible!
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es otra de las obras maestras del gótico civil valenciano. Situada a pocos metros del Mercado Central, este edificio fue construido entre 1482 y 1548 gracias a la riqueza que tenia la ciudad en esa época (el siglo de oro) y ser un centro productor de seda. Tuvo diversas funciones a lo largo de sus historia. El Salón Columnario con 24 columnas de 17 metros de altura te deja sin palabras! También divinos el Patio de los Naranjos y el Consulado del Mar, con un impresionante techo gótico de madera.
Volvimos a nuestras bicis y seguimos hasta la lindísima Plaza del Ayuntamiento. Sólo dimos una vuelta y continuamos hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias: Este conjunto arquitectónico moderno es realmente impactante. Los edificios, puentes, esculturas, jardines y el contenido en ciencias y arte es espectacular.
Es obra de Santiago Calatrava y Félix Candela, inaugurada en 1998. Los edificios albergan museos y muestras dedicadas a las artes y las ciencias: L´Hemisfèric, el Museo de las Ciencias, el Umbracle, el Palacio de las Artes, el Ágora, el Puente de l'Assut de l'Or y el Oceanográfico.
Es enorme y estuvo buenísimo poder recorrerlo en bici. No llegamos a entrar a ninguna de las propuestas, yendo con más tiempo o niños, debe ser un muy buen plan!
Ya estábamos cerca del mar así que seguimos pedaleando hasta el Puerto de Valencia y sus playas, que quedan a unos 20 minutos del centro de la ciudad.
Puede que no sean las más atractivas pero siempre está bueno saludar al Mediterráneo. Hay muchas propuestas de restaurantes, especialmente arrocerías, con vista a la playa, que es muy amplia. La Malvarrosa y La Patacona son las playas que más destacan por aquí, pero como decía, Valencia tiene mejores opciones si la idea es hacer playa. Cuestión de alejarse un poco!
Ya bastante cansados (nos levantamos muy temprano para tomar el tren hacia Valencia) y con todo el trayecto de vuelta al hotel por delante, no llegamos a visitar el Barrio del Cabanyal, un antiguo barrio de pescadores donde todavía se pueden observar las fachadas cubiertas con coloridos azulejos. Este barrio se está poniendo de moda, con varios espacios culturales y una buena ruta gastronómica. Siempre está bueno dejar algo para una próxima vez, no?!
Fue un día largo pero que disfrutamos muchísimo! El broche de oro?! Unas tapas riquísimas en "nuestro barrio". Frente a la Plaza de la Iglesia de Campanar, rodeadas de casitas de colores comimos riquísimo en Taberna Carrer.
Día 2 - Mercat Central, Playa de Ayuntamiento, Gran Vía y más (bici y caminando)
Entramos a la ciudad por las Torres des Quarts. Nos maravillamos de las fachadas y edificios divinos que hay para donde vayas! Nos dejamos perder por el Barrio El Carmen, volvimos a pasar en bici por la bella Plaza de la Virgen, escuchamos música callejera por ahí...
Y llegamos hasta el Mercado Central.
El edificio del Mercado es una de las grandes joyas del modernismo valenciano, su cúpula es impactante y los productos que allí se ven y venden son de gran calidad. Se puede visitar desde las 7.30hs hasta las 15.30hs.
Nos compramos una cerezas para el camino y seguimos hasta la Plaza del Ayuntamiento.
La plaza es amplia, luminosa. Entramos al Ayuntamiento (la visita es gratuita), desde su balcón aterrazado se tiene una linda vista de la plaza y de los bellos edificios que la rodean: hay fachadas imponentes y espectaculares como la del propio Ayuntamiento, el Edificio de Correos, el Ateneo Mercantil. También varios puestos de flores.
El Edificio de Correos nació como Palacio de Correos y Telégrafos o Palacio de Comunicaciones. Inauguró en 1922 y hoy se conoce simplemente como Correos. Transformado recientemente en un gran espacio cultural abierto al público y renombrado Palacio de Comunicaciones se puede visitar gratuitamente, su cúpula vidriada es espectacular y los antiguos buzones imperdibles. Nosotros coincidimos con una muestra de fotografía espectacular. No dejen de pasar!
Se nos fue la mañana y fue momento de despedirnos de nuestras bicis valencianas que tantas alegrías nos dieron! Las dejamos en nuestro hotel y volvimos al centro histórico por una paella.
Claro! no nos íbamos a ir de Valencia sin comer una verdadera paella valenciana (que no tiene pescado ni mariscos, sino pollo y conejo... y caracoles!). Menos los caracoles a los que no me animé, no dejamos nada. Estaba riquísima!
Luego fuimos caminando hasta la Estación Valencia Nord.
De estilo modernista valenciano e inaugurada en 1917. Amé especialmente el interior de la estación con salas que conservan cerámicas (con el famoso diseño trencadis). Junto a ella se encuentra el edificio de la Plaza de Toros de Valencia.
Desde la Estación tomamos C/Cirilo Amorós y nos adentramos en GranVía, el barrio más exclusivo y elegante de Valencia con tiendas de diseño, marcas de primer nivel, bares y restaurantes entre fachadas de edificios de esas que roban fotos y suspiros. La amplia y elegante Gran Vía del Marqués del Turia es oxigeno verde para este barrio encantador.
Imperdible en zona: el Mercat Colon. Este antiguo mercado ubicado en un gran edificio modernista data de 1916. Si bien no funciona como mercado, mantiene su bella estructura y es punto de encuentro con una gran oferta de cafés, bares y restaurantes.
Aquí aprovechamos para probar los tradicionales fartons, en Daniel, otra famosa Horchatería. Era hora de horchata, pero nosotros hicimos café y fartons :)
Seguimos por la zona del Eixample hacia Rufassa, un tradicional barrio de ambiente bohemio, también tiene un Mercado y se destaca por su movida gastronómica con bares y terrazas.
Día 3 - Casco Histórico, Museo de Cerámica y despedida
Pasado el mediodía partía nuestro tren de vuelta a Madrid. Contábamos con una última mañana en Valencia que aprovechamos al máximo!
Otra vez en el centro histórico, fuimos hacia el Museo de Cerámica, cuya fachada de mármol de alabastro es increíble! Este impresionante palacio de estilo rococó perteneció al Marqués de Dos Aguas. Hoy alberga en su interior al Museo Nacional de Cerámica González Martí. Sin dudas un exponente de lo majestuoso de una época. Se puede visitar (y si llegaron a Valencia en tren, tienen descuento en la entrada! lo vimos de casualidad :))
También pasamos por la Iglesia de San Nicolás y San Pedro Mártir, conocida como la Capilla Sixtina Valenciana. Reconstruida en el siglo XV en estilo gótico valenciano y posteriormente en el siglo XVII decorada en su interior con estilo barroco, es una de las joyas de la ciudad.
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