Valencia, Plaza de San Agustín.
Hoy es domingo y, como es lo habitual, el olor a paella inunda nuestra tierra. Pero hoy es diferente, hoy no son las paellas hechas a leña, llevamos tres días en sepia y con olor a chamuscado. Me pregunto si junto con la sequía y el viento, los recortes habrán tenido algo que ver en la disminución de brigadas forestales, en el aumento de broza en nuestros bosques y en la proliferación de incendios descontrolados. Siento pena, mucha pena.
Esta vez el olor no es de las paellas de domingo ni de las hechas en las fiestas de los pueblos.