FOTO: Mondotoro.com
Por Francisco Picornell
Valencia 20 de Marzo. Última de Fallas.
Seis toros de Adolfo Martín. Bien presentados, flojearon todos.
RAFAELILLO.- Silencio. Silencio.
TÓMAS SANCHEZ.- Oreja tras aviso. Saludos desde el tercio tras dos avisos.
ALBERTO AGUILAR.- Saludos desde el tercio, tras aviso. Oreja, resultó cogido en la espinilla.
Me ha llamado la atención lo valiente que ha estado Alberto Aguilar en ambos toros. En el tercero, un torete sin fuerzas, que intentó saltar al callejón, le dio series cortas con la derecha, tal vez motivado por la poca fuerza del animal. Con la izquierda dio unos naturales muy buenos. Luego, tengo la duda de si ahogó la embestida poniéndose demasiado cerca o, de haberle dado las distancias hubiera sido lo mismo. Pinchazo hondo. Aviso. Media trasera. Saludó desde el tercio.
El sexto era animal que embestía bien al capote, pero que de salida perdió las manos. Tomada la muleta, lo cita de lejos y, sin más preparación, empieza a torear, bien con la derecha bajándole la mano y terminando el pase atrás. Al principio de tomar la pañosa con la siniestra, me dio la impresión de que no lo veía claro. Con el transcurso de la faena, me dí cuenta de que el “obtuso” era yo, pues le cuajó un ramillete de naturales muy buenos, hasta que se lo echó a los lomos y recibió una cornada en la espinilla izquierda. Pinchazo, estocada trasera. Oreja. Se va a la enfermería por su propio pié.
Era el primero del cartel Rafaelillo. Se ovacionó de salida al primer “Adolfo”. Creo que fue muy castigado en varas. Se apagó, se queda muy parado, pierde las manos al iniciar la faena de muleta. Rafelillo se los dá de uno en uno, bailando. Luego mantazos por aquí, mantazos por allí. Pinchazo hondo, dos decabellos, el toro se echa. Silencio.
Imposible era la encomienda en el cuarto, toda vez que se caía y daba síntomas de su debilidad desde que salió por chiqueros. Al empezar la faena de muleta se queda a mitad del pase, luego se acuesta y es difícil levantarlo. La gente protesta con razón y su matador ahíto de ello, le propina unas estocada trasera perdiendo la muleta. Silencio.
Tomás Sánchez, es torero local y me temo que lo pusieron en los carteles por aquello de que hay que darle una oportunidad al “mushasho”. Y el “mushasho” estuvo aperreado en ambos toros.
En el segundo, que también había perdido las manos a lo largo de los dos primeros tercios ,no pudo con el toro, dio acelerados mantazos de uno en uno y tocándole la muleta. No dice nada. Estocada delantera. Aviso. Le regalan una oreja, que es una forma más de engañar al que no vale, por aquello del paisanaje.
Al quinto le recibió con unas “espasmódicas” verónicas. Es atosigado al iniciar la faena, el toro le puede y ha de recurrir a salirse de las series por el costillar pues, de no hacerlo, se veía comprometido. Pecó de “encimismo”. En una de esas se lo echó a los lomos. Medios pases. Dos pinchazos, estocada. Descabello. Dos avisos. Saludos desde el tercio.
En sesión matinal, se celebró una novillada para pública exhibición de su ignorancia. No hay nada nuevo, no hay promesa a la vista.
Recibo llamada del convento. La monja está rodeada de demonios enanos, que se la llevan, pues dice que Castella es un cuentista muy grande que torea para las afueras. No me han dicho si los dichos demonios también se quieren llevar a los avernos a la charanga. Pero lo cierto y verdad es que ayer hubo de llamarla al orden la superiora, pues denostaba y decía palabras “feas” delante de la tele.
Un saludo.