Revista Cultura y Ocio

Valentino Horro Rossi

Publicado el 26 octubre 2015 por Icastico

Vale, no tanto vale, no por lo que hiciste ayer. Gran estruendo forman los ídolos al caer del pedestal, en mi alma aún se está posando la polvareda y es tanta que bien da para una tumba, aunque sea la de un genio. Imagino que tu conciencia, Vale, te está martirizando y eso para un campeonísimo, para un patrimonio de la humanidad, es suficiente castigo, más que salir último en Valencia – la próxima carrera -, esto lo puedes arreglar adelantando a todos, una gesta que no limpiará tu gesto porque la conciencia no tiene pole position ni última fila, únicamente centro, pero alegrar el triste corazón tifosi ahora herido, ese universo de millones de rendidos admiradores…ni con un trasplante lo arreglas.

Era tan grande el mito que la justicia humana fue incapaz de sacarle una bandera negra o una tarjeta roja como si de Dios se tratara, como si temieran la excomunión. La dirección de carrera fue tan sucia como como el pateador; cuando hay intereses de por medio el valor es muy mal jabón o no está a mano cuando se necesita. El rodillazo a un rival ha hecho algo más que derribar a un competidor, arriesgando su vida, ha apagado el brillo de millones de ojos hechizados, la magia, Vale, esa va a ser tu condena verdadera y la carrera más complicada de ganar porque te tienes que adelantar a ti mismo y con engaños y mentiras no va a ser fácil; déjalas atrás y pide perdón, sería casi un campeonato que mantendría viva tu leyenda.

Porque puedes inventarte mil excusas, puede que sean auténticas o no y que en alguna lleves razón y aunque también fueses campeón del mundo en ella tu pierna se las ha cargado todas, incluso tú mismo afirmas “Yo no quería que se cayera. Quería que perdiera un poco de tiempo perdiendo su trayectoria. Solo quería que se fuera largo para poder escaparme… Simplemente quería advertirle que ya era suficiente”. No, Vale, no vale, campeón. Tú que lo has sido dentro y fuera de la pista con tus hechos, tantos. Con uno solo, el de ayer, has conquistado un nuevo campeonato: el de la decepción.

Tu batalla con Marc era bella y épica, tan limpia como dura, os pasabais y os repasabais. Sin embargo te molestaba en el camino al décimo título, en tu cabeza se instaló una extraña lógica: Marc debería dejarte ir – poniendo en juego su tercer puesto del campeonato – para convencerte de que no quería favorecer a Lorenzo como le acusaste de hacer, a pesar de que en Australia Marc lo adelantó, ganando la carrera y “robándole” cinco puntos que son de oro para ti. Ah, los corredores italianos han prometido ayudarte, eso te vale. También a la lógica le has dado un patadón. Te adorábamos señor.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista