Título: Valeria al desnudo
Autora: Elísabet Benavent
Editorial: Suma de Letras
Género: novela, chick-lit, romántica, erótica
Páginas: 300
Publicación: 13/11/2013
ISBN: 9788483655559
Valeria está con Bruno pero ¿por qué no deja de pensar en Víctor?Se acabó lo que se daba. No podía dejar de leer y me he terminado la saga en un pispás. Ahora me da penita... Y es que he disfrutado mucho con las cuatro entregas, con sus personajes, sus historias, sus enredos, sus idas y venidas, sus transformaciones y su final.
Valeria ha elegido no sufrir y Víctor ser sincero, ¿podrán ser amigos?
Valeria titubea, calla, respira, siente…
Valeria no sabe que su vida dará un giro en su próximo cumpleaños…
Y desconoce que Lola, Nerea y Carmen buscan su propio final de cuento, ¿o no?
Elísabet Benavent ha conseguido enganchar a miles de lectores a un fenómeno, el de Valeria, que emociona y altera, en una experiencia de lectura única e irrepetible. En los zapatos de Valeria, Valeria en el espejo y Valeria en blanco y negro hablan de amor, pero también de amistad, de lealtad, de pasión y de fidelidad a uno mismo. Valeria al desnudo pone el punto y final a las aventuras de Valeria y de sus amigas y promete de nuevo no dejar indiferente a nadie.
La evolución de los personajes continúa su andadura y desemboca en lo que podríamos llamar la aceptación de uno mismo, con su edad y sus circunstancias. Todos los personajes experimentan ese cambio y, al final de la saga, acaban aceptando quiénes son y qué quieren en la vida, aunque en determinados momentos sufran recaídas. Quizá es Valeria la que menos cambio sufre o, al menos, el que queda menos reflejado. Cambia, es cierto, pero sabemos de ese cambio casi más por lo que dicen de ella los demás personajes que por lo que ella nos muestra de sí misma. Al menos, esa ha sido mi impresión.
Llegados a este punto, y afirmando que la saga me ha gustado, hay un par de puntos que me han resultado conflictivos. En primer lugar, que Valeria repita algunas de las situaciones de la primera entrega. Es verdad que dicen que el destino nos pone una y otra vez frente a las situaciones que no hemos superado con éxito pero, no sé, quizá debería haber aprendido algo en el camino... De igual modo, no acabo de entender por qué se obceca en no creer a Víctor. Está herida, sí, y no lo ha superado pero... No sé, me falta algo. Y en ningún momento se hace un guiño de comprensión al pobre Víctor: es verdad que él falló en su relación con Valeria, pero me parece innegable que también Valeria vivía en un circo que a lo mejor también podía afectar/espantar/herir a Víctor. De hecho, en el primer libro ya me chocó que ninguno de los personajes pudiera ver que a lo mejor Víctor tenía un poco de razón cuando sale huyendo. Sí, Lola siempre está de su parte, pero se hace más hincapié en el factor cambio que en el hecho de que su reacción también tuviera un punto humano.
En cualquier caso, Víctor da un giro a su vida, se quita la máscara tras la que vivía y descubrimos algo de su pasado que, hasta cierto punto, justifica un poco su manera de vivir y de sentir. Sea como fuere, el nuevo Víctor (al que Benavent hace que siga teniendo sus momentos de dudas) es poco menos que el hombre perfecto, en todos los sentidos. Espero que Valeria sepa aprovecharlo.
Y ahora voy a hablar un poco del final, así que no leas si no has acabado la serie y no quieres que te destripe nada. Aunque creo que hay poco que destripar... ¿o es que alguien puede creer que una saga romántica como esta puede acabar con un final infeliz? Pero me gusta el matiz que le da Benavent: final feliz, sí; pero no perfecto. Porque no hay nadie ni nada perfecto. Muy real, más abierto y mucho menos artificial que el tópico "fueron felices y comieron perdices". Fueron felices y comieron perdices, por supuesto, pero también comieron pizza, solomillo y algún día hasta algún sapo. Así es la vida.
En este sentido, me gusta el mensaje final sobre la mujer: tal y como están las cosas, no se puede tener todo. No puedes tener la familia perfecta y el trabajo ideal. Algo hay que dejar por el camino, porque es una utopía (o una fantasía castrante, según quién la pinte) que se puede conseguir todo. Bueno, es un enfoque. Mucho más real, por supuesto, que el de las superwoman que se ven en otras novelas y, sobre todo, en algunas películas. Pero quizá podría haber roto una lanza a favor de que eso pueda llegar a ocurrir. No sé, me dejó un poco desinflada esa aceptación hasta cierto punto pesimista de una realidad que quizá pueda ser cambiada...
Termino hablando de la voz narradora y del tiempo en el que se sitúa. La verdad es que mientras leía la saga, siempre he pensado que, como se dice en las propias novelas, Valeria iba escribiendo a medida que le iban ocurriendo las cositas que le suceden y que los libros se iban publicando casi al mismo tiempo en la realidad. Como los he leído tan del tirón no logro acordarme (y no he conseguido encontrar ninguna referencia que me ayude) de si en el tercero hay un cambio en este sentido, como sí ocurre en el cuarto. En el cuarto descubrimos que hay una variación en esa inmediatez: Valeria no nos habla en caliente sino que se ha tomado su tiempo para contarnos el final de la historia, quizá para analizar lo ocurrido, quizá para disfrutar de lo que estaba viviendo; no lo sabemos, porque no nos los dice. Sí nos va dando pistas, en diferentes momentos de la narración, que nos hacen pensar que ha pasado más tiempo que en las entregas anteriores, porque hace comentarios del tipo "yo por aquel entonces aún creía que...", cosa que no haría si estuviera escribiendo al mismo tiempo que vive lo narrado. Al final de la novela descubrimos que han pasado seis o siete años, lo que nos da una mayor perspectiva y permite un mayor análisis por parte de Valeria. De hecho, en algún momento del capítulo final escribe en presente, aunque no lo mantiene durante toda la narración. Me parece una buena solución, sobre todo porque nos permite ver la evolución de los personajes a largo plazo, pero me crea una duda de verosimilitud: si se supone que ha cambiado el tipo de libros que está publicando, ¿a qué vendría retomar la saga seis años después? ¿Y por qué habría decidido dejar la saga abierta durante seis años? Es una licencia literaria, claro está, pero me ha generado este tipo de preguntas.
Y preguntas me ha generado, también, el silencio de la voz narradora sobre Bruno. ¿Cómo le dice Valeria que ha cambiado de opinión? ¿Cómo se lo toma él? Sí, nos reencontramos con él seis años después, en ese capítulo final a modo de epílogo resumen pero... ¿por qué nos hurta su reacción y, sobre todo, el trago de Valeria explicándole sus verdaderos sentimientos?
Preguntas de esta lectora picajosa al margen, lo cierto es que la saga Valeria me ha gustado mucho y me parece muy recomendable para amantes de la novela romántica y del chick-lit. Una historia llena de sentimientos y que profundiza en la dimensión contradictoria que todos llevamos dentro, aunque a veces ni nos demos cuenta.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:Todas las reseñas de la saga:
- Reto100 libros: 76/100
- En los zapatos de Valeria (Saga Valeria#1)
- Valeria en el espejo (Saga Valeria#2)
- Valeria en blanco y negro (Saga Valeria#3)
- Valeria al desnudo (Saga Valeria#4)