El mundo conoció y se rindió a los pies del irreverente Nicolas Winding Refn en 2011 cuando salió del Festival de Cannes con el premio al mejor director bajo el brazo gracias a Drive. Pero para entonces el director danés ya había trabajado mucho y muy bien en su país natal, debido a eso y a que como dice el dicho “nunca es tarde si la dicha es buena”, ahora 12 años después, llega hasta nuestros cines Valhalla Rising, la película que redefinió su carrera y su última colaboración con el ahora también muy popular intérprete Mads Mikkelsen.
Justo antes de conquistar a Hollywood y al mundo entero NWR realizó la que es probablemente su película más personal, íntima, autoral pero salvaje, muy salvaje. Valhalla Rising nos traslada al siglo X en plena Edad Media hasta unas tierras vírgenes y unas montañas inhóspitas en donde un guerrero salvaje One-Eye (Mads Mikkelsen) incapaz de menciona una sola palabra, ha conseguido liberarse de su amo y ahora en libertad castigará con sufrimiento y mucha sangre a todo aquel que se tope en su camino de regreso a casa. En medio de este intenso viaje por las montañas de la locura, el dolor y la sangre NWR nos muestra unas tierras y un momento en el que los cristianos invadieron con sus cruces y a golpe de espada la palabra de Dios a una civilización vikinga que quería preservar sus propias creencias y se vieron torturados y exterminados.
A medio camino entre una versión salvaje y estilizada de la serie Vikingos y la fascinante y espiritual El nuevo mundo (Terrence Malick, 2005), NWR nos muestra su cara más mística en un relato sagrado sobre un hombre que trató de huir de su fatal destino y conectar con sus dioses terrenales. Una película tosca y visualmente portentosa, en la que su director da rienda suelta a su ya habitual salvaje estilo marca de la casa, en la que un fascinante Mads Mikkelsen es el centro absoluto de la cinta, en donde muestra su capacidad inaudita para transmitir emociones incluso aún cuando no llega a decir ni una sola palabra.
Valhalla Rising es una película importantísima en la enigmática carrera de Nicolas Winding Refn porque fue el paso decisivo entre su anterior estilo (mucho más cámara en mano y cercano incluso al dogma) y el refinado carácter que ahora impregna todas sus películas. Es una muy interesante y reflexiva aproximación al cine oriundo en el que son los vastos paisajes los que cuentan la historia. Un film imprescindible para todo fan del imponente director danés y para todos aquellos entusiastas del cine con profundo calado étnico y por qué no de aventuras.
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