Revista Opinión

Valiente

Publicado el 14 junio 2019 por Carlosgu82

VALIENTE

-Te veo pronto, amor.- le dijo con una profunda mirada de agradecimiento y un cuerpo que , aunque agotado, mantenía con la compostura habitual delante de él. Salió de la habitación y fue en ese momento en que se derrumbó como cada día a eso de las 21:00 de la noche. Él ya no veía, no entendía, no hablaba, tampoco se movía, pero sí se puede decir que aun vivía porque todavía la sentía a ella, su mejor amiga y compañera durante toda su vida, su amor eterno. Ella no soportaba tener que dejarlo cada noche, pero era necesario porque estaba ya sin fuerzas; unas fuerzas que sacaba cada día de donde hiciese falta por el miedo de tener que vivir una vida que no era la suya, y por el profundo amor que le tenía.

Tan solo una hora después, no paraba de preguntar si había muerto, no se lo podía creer, o más bien no quería hacerlo. Nunca vi unas lágrimas tan rotas de sentimiento e impotencia, no había nada que la pudiese consolar.

Él tuvo que cerrar su historia e irse solo. Ella se negó a dejar morir tanto cariño, sentimiento… y comenzó a recordar, con una sonrisa que aplacaba las lágrimas secas de dolor, todas las vivencias que tuvieron juntos, las graciosas, las románticas, las más insignificantes… precisamente esas eran las que ahora lo significaban todo.

Pasa el tiempo pero las cosas continúan igual desde ese día. Por momentos se siente incapaz de escribir la historia de los dos ella sola, se siente incapaz de aguantar tanta soledad. Lo único que la consuela es saber que él la está esperando, echándola de menos, y que la volverá a cuidar y querer como siempre había hecho. Todos los días tiene ese sentimiento, todos los días continua recordando…valiente.


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