Estas tres mujeres cubanas, Dignas herederas de Mariana Grajales, con la estirpe de Celia Sanchéz, la integridad de Vilma Espín y continuadoras de las heroinas del Moncada: mujeres que hoy frente al COVID-19 están salvando vidas, dando esperanzas y cumpliendo con los principios de la Revolución.
Celeste Ramírez Cardentey tiene 25 años. Estudió Microbiología en la Universidad de La Habana – UH. Trabaja en el departamento de Virología del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK Cuba). También está cursando su maestría.
“Nuestro trabajo es intenso, pero vale el sacrificio. Hay veces que nos concentramos mucho y nos coge las 3 o 4 de la tarde para almorzar. Esta es una profesión que requiere dedicación y entrega. A pesar del cansancio yo la disfruto cada día.
Yusimí Grant Claro tiene 20 años. Estudió técnico medio en Química Industrial y trabaja en el Ipk Cuba hace 2 años. Sus compañeros del departamento de Virología dicen que ella no para de trabajar, es una de las más ágiles.
Generalmente cuando termina su parte apoya a los otros, es incansable.
Sobre su experiencia comenta.
“Por una necesidad del país se creó el grupo de extracción de muestras en el enfrentamiento a epidemias. Después de graduarme me ofrecieron una plaza en el instituto; recuerdo que mis primeras guardias de 24 horas fueron por el Zika y ahora estoy aquí por el COVID-19. A los cubanos les digo que cuentan con todo mi empeño”.
Angeli Cárdenaz García entró a la ZONA ROJA. Con solo 35 años lidera el grupo de médicos y enfermeras de la tercera tripulación del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí que atenderá a los pacientes ingresados por el coronavirus. Es especialista en primer grado de Medicina Interna y lleva más de 7 años trabajando en el IPK Cuba.
Antes de entrar al elevador y marcar el número 5 nos dijo: “No estamos haciendo nada extraordinario, estamos haciendo lo que nos toca hacer porque para eso nos formamos como médicos”.
Coninformación de Cubadebate