Vámonos de marcha

Vámonos de marcha. Pero de marcha cicloturista, ¿eh? de la otra ya no, que aun recuerdo la útima vez que me quedé un sábado hasta las tantas (ya asomaba el sol por ese repecho que tanto me cuesta subir cuando salgo con la burra) y cómo un par de horas después estaba por ahí con la bicicleta, con las consiguientes carcajadas de mi novia, y los apretones de los compañeros de grupeta en mitad de los puertos, sabedores de que mi condición no era la más adecuada ara esos menesteres. Y la de botellines de agua que bebí en aquella salida, parecía un naufrago.

No, no, yo me refiero a marchas cicloturistas. Porque de vez en cuando a todos nos gusta acudir a alguno de estos eventos, aunque sólo sea por la gracia de rodar con velocidad controlada en un pelotón enorme y por lugares que habitualmente no pasamos. Porque para eso sirven las marchas, ¿no?, para conocer gente, nuevos paisajes, carreteras que no teníamos grabadas en las piernas y pasar un buen día. Y para picarse, pues claro que sí, para picarse e intentar hacer el diploma de oro, o la medalla de oro, o la chapa de la gaseosa de oro, o para picarse con ese del maillot rojo que te ha adelantado justo en la cima de los dos puertos anteriores y esta vez te has prometido que no volverá a pasar. O al menos eso me han dicho, lo de los diplomas vaya, porque lo cierto es que yo siempre voy en la parte de atrás del grupo, ayudando a los que se quedan, marchando a mi ritmo, sacando fotos y sufriendo lo justo. Bueno, de vez en cuando algo más, pero nunca dejándome las tripas. Casi nunca, vaya.

El placer del cicloturismo

Desde Marchas y Bicis te vamos a ir contando todo lo que necesitas saber sobre todas (hemos dicho todas) las marchas cicloturistas que hay en nuestro país. Te contaremos cómo son sus puertos, desde donde salen, a que hora hay que estar allí y en qué cruces tienes que tener cuidado porque la grijilla los convierte en peligrosos. Todo eso y mucho más, su historia, su ambiente, los famosos que se dejan caer por ellas.

La mítica Marmotte

Y como sabemos que esto también te encanta a ti te hablaremos de vez en cuando de las marchas más importantes del resto de Europa y del mundo. Sabrás cómo es la Marmotte, qué se siente en los adoquines de la Roubaix cicloturista, coronando el Kapelmuur en la cicloturista de De Ronde o en la cima del Passo Sella en la dolomítica. Y también te hablaremos de marchas que seguramente no conocías en países como Gran Bretaña, Estados Unidos o los países del Este de Europa.

Todo eso para ponerte los dientes largos y que cuando salgas de marcha (como la del primer párrafo) te pienses muy mucho la hora de llegada a casa y repetir de postre en esa cena con los amigotes. Porque hay tantas cosas por las que entrenar y tantos sitios para conocer…