(Fuente: https://cronicascaprichosas.files.wordpress.com/)
En serio, pónganle fecha y vámonos.Nos puede tomar al menos un frasco de ron, o whisky si tiene para comprarlo, pero entender porqué los venezolanos tenemos ese comportamiento dispar al momento de que cruzamos la frontera mental de nuestro viaje, es para una pea antológica. La mayoría apoyará la premisa del respeto a la autoridad cuando aquella es incorruptible o muy difícil de comprar, tal vez tengan razón, pero creo que va más allá de eso. Mi humilde opinión redunda en un absurdo miedo que tenemos por hacer el bien y quedar como unos pendejos haciéndolo. Mira ese idiota esperando el semáforo (Sí, caeremos en tema de la hora y la seguridad, pero saben a qué me refiero), es una recurrente frase que tenemos y que soltamos cuando el apuro nos recuerda que la mayoría “compró” su licencia de conducir, por lo cual burlamos al menos un tercio del Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre.
(Fuente: http://tierradegracia.net/)
Entonces, ¿no es mejor irnos?Es mejor irnos a la Venezuela donde nos sintamos como unos pendejos cuando hacemos las cosas mal. Cuando sobornar una autoridad, por la razón que sea, lo veamos como una verdadera ofensa al apellido y a los nuestros, los venezolanos recuperaremos el país que le regalamos a una burda de salvajes que lo convirtieron en la última tragedia televisada de Suramérica. Cuando aceptemos que hacer dinero fácil no redunda en un país con progreso, entenderemos que el dinero obtenido de manera honrada es el camino para que Venezuela se convierta en los destinos que tomaron muchos de nuestros familiares y amigos al momento de escoger países como Estados Unidos, España, México, Panamá, Colombia y Chile, entre otros.
(Fuente: https://informedeldecanofau.files.wordpress.com/)
Vámonos a esa Venezuela, la que efectivamente tendremos que construir desde cero, la que se quedó en eterna promesa y solo nosotros podremos convertir en autentica y verdadera realidad. Educación, muchísima educación, trabajo, muchísimo trabajo, dedicación, muchísima dedicación y ponernos de acuerdo como ciudadanos es el camino y la garantía de que Venezuela se vuelva a convertir en el destino de todos los que se fueron y especialmente de todos los que están por irse.(Fuente: http://www.hotelpipo.com/)
Vámonos a esa Venezuela, aquella a la que muchos extranjeros le pusieron el ojo como la esperanza del futuro, como el hogar del mañana. La lección tiene que estar aprendida: Los caudillos, los Chávez, que hablen lindo y todo lo que tú quieras pero si no se hace controlaría y vigilancia de lo que dicen y hacen, caemos en este hueco del que nos cuesta un mundo salir.(Fuente: http://margaritaonline.com/)
Vámonos a esa Venezuela, la que medio vivimos alguna vez. La que increíblemente disfrutamos del oriente al poniente, la que recorrimos y nos enamoró como pocas latitudes enamoran.(Fuente: http://misionverdad.com/)
Pase lo que pase, hagan lo que quieran y como decía Landa para cerrar Bienvenidos: Hagan bien y no miren a quien.