Despierta….despierta a la nada. A los quehaceres incompletos de la vida, a las ataduras de las palabras que la gente te lanzará; sin saber el daño. Vamos, despierta, dentro de ti mismo esa extraña amalgama de deseos y talentos. Esos que nadie conoce; pero que te ayudarán a crear cicatrices en las heridas que están abiertas.
Esas que liberan llanto cuando recuerdas que estas viva, pero no libre. Esas que te ayudan a escribir bizarras historias que lees en cada canción de lenguaje contrario al tuyo. Anímate a comer aventuras. Vamos despierta, de una vez por todas, ese dragón que escupe fuego y poesía. Deja que otros te vean, sal de esa sombra de miedo.
No importa que queden al descubierto esas partes donde no te ha dado el sol, ni la tristeza. Caminemos juntos esa danza de la futura promesa, vamos despierta, niña querida. Hermosa compañía de mis ayeres, despierta. Deja que tus pasos subrayen a tus enemigos, para que vivan en la plaza del pueblo. Y cada que sean vistos, puedan arrojarles piedras de insultos.
No importa que vean tus debilidades, ni los surcos donde lloras de noche. Deja que lean las magníficas líneas de tu vida. Cúbrete de misterio, pero despierta. Hazte interesante a ti misma, a mí frente al espejo. No importa que las miradas provoquen un huracán en tu corazón.
Tú eres más fuerte que esas mentiras, ya lo has demostrado. Despierta…despierta a este valle, y dibuja árboles con palabras y conjuros. Traza tu camino con tinta, esa que viene de tu imaginación. Vamos, canta…despierta.