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Cada vez queda menos para pagar por los rayos de sol. Y por el viento, claro. Así lo establece el proyecto de ley del sector eléctrico, que esta semana superará el trámite de las enmiendas a la totalidad y que entrará en vigor el 1 de enero de 2014.El texto fija "la obligación de las instalaciones de autoconsumo de contribuir a la financiación de los costes y servicios del sistema en la misma cuantía que el resto de los consumidores". Es decir, el que tenga una instalación fotovoltaica en su casa tendrá que empezar a pagar por estar conectado a la red eléctrica.¿Por qué? Así lo explica el ministro de Industria, José Manuel Soria: "Para aquellos consumidores que se enganchan a la red general, que estamos pagando todos los demás, también les cobramos un peaje porque, de lo contrario, cuando la utilizaran, si no pagaran, todos los demás estaríamos contribuyendo a pagarle una parte de su consumo. Por lo tanto, ésa es una observación que ha hecho la Comisión Nacional de la Energía y que el Gobierno se ha mantenido en la posición que tenía, puesto que, de lo contrario, sería un consumo que estaría financiando el resto del sistema".Pero esta tesis no ha convencido a gran parte de la oposición: PSOE, CiU, BNG, Compromís, UPyD, ERC e Izquierda Plural (IU, ICV y CHA) han presentado enmiendas a la totalidad, la de este último grupo con articulado alternativo. La diputada de la Izquierda Plural Laia Ortiz (ICV) rebate el argumento del ministro: "Lo que persigue la ley, que no incluye las recomendaciones fundamentales de la Comisión de la Energía, el Consejo de Estado y la Comisión de la Competencia, es desincentivar el autoconsumo, la producción de energías renovables y garantizar a toda costa el pago a las eléctricas, por encima de criterios de sostenibilidad, equidad y eficiencia. Poner un peaje al autoconsumo mata un modelo que compite con las eléctricas".