Prisión del palacio ducal.
Llegamos al segundo acto, que comienza con una de las joyitas de la ópera, el breve preludio, confiando a una viola y un violonchelo y en el que yo encuentro algunas similitudes con la escena entre Monterone y Rigoletto, no sólo por el colorido, incluso melódicas. Es de noche, encontramos a Jacopo Foscari sentado en un banco de piedra de la prisión del palacio ducal, por un tragaluz penetra un haz de luz. El tenor comienza un recitativo acompañado de una intensidad brutal, Verdi sólo utiliza al principio los dos instrumentos del preludio -viola y violonchelo-, después, poco antes de que Jacopo se levante ("Ma, o ciel!... che mai vegg'io!,,,"), se incorpora el resto de la orquesta, tiene una visión: Fantasmas que surgen de la tierra y lo llaman, uno de ellos se acerca, en la mano izquierda porta su cabeza decapitada, se la muestra mientras con la mano derecha le salpica con la sangre que sale de ella, al final reconoce quien es: Carmagnola. Y el espectador se pregunta: ¿Y quién será ese Carmagnola?
Francesco Bussone, llamado Il Carmagnola, nació a finales del s. XIV en Carmagnola (Turín), procedía de una familia humilde pero. gracias a sus proezas militares. llegó a alcanzar el título de Conde, acusado por la República de Venecia de traición fue ejecutado en 1432.
Inmediatamente después Jacopo comienza su aria, en ella se dirige al espectro de Carmagnola y le suplica que no le maldiga, que aunque él es hijo del que ordenó su muerte quien en realidad lo condenó no fue Francesco Foscari sino el Consejo de los Diez, que a él le había pasado lo mismo, condenado por el Consejo, el Dux no puede hacer nada para remediarlo. La visión del decapitado termina haciéndosele insopotable y cae al suelo inconsciente.
Esuchamos este momento interpretado apasionadamente por José Carreras bajo la dirección de Gardelli, es lo mejor de esta larga primera escena y hay que decir que Carreras, tenor que no es de mis preferidos, está que se sale:
Acto 2. Jacopo: Notte!perpetua notte...Non maledirme, o prode...
Mientras Jacopo yace inconsciente aparece Lucrecia Contarini (la orquesta toca entonces el motivo de Lucrecia). Al verlo lo imagina muerto, pronto se da cuenta de que no es así. Jacopo está delirando y tarda en reconocerla. Cuando lo hace supone que ha ido a darle su último adiós, en ese preciso instante nos enteramos que la pareja tiene hijos, y es que Jacopo pegunta por ellos; Lucrecia lo tranquiliza, no va a morir, su suerte quizás sea peor, morirá solo y en el exilio. El dúo es interrumpido por voces que provienen del exterior: ciudadanos que se divierten con un gondolero. La pareja, en una amplia y bella melodía, concluye su dúo intentando mantener esperanzas de reencontrarse en el futuro.
Acto 2. Jacopo y Lucrecia: "Ah, sposo mio!... che vedo?... dúo: No, non morrai; ché i perfidi... Speranza dolce ancora..."
Entonces aparece un sirviente con una antorcha, detrás de él llega el Dux, pero en calidad de padre, y los tres -el Dux, Jacopo y Lucrecia- cantan el amor que se profesan en una actitud, en líneas generales, conformista: mientras que el padre, que desde el primer momento ha tirado la toalla, hace referencia a su reencuento en el más allá, Lucrecia, por el contrario, planea reunirse con su esposo en el exilio.
Acto 2. Jacopo, Lucrecia y Francesco: "Ah, padre... trío: Nel tuo paterno amplesso"
Mientras Francesco se despide de Jacopo entra Loredano, viene a recogerlo para presentarlo ante el Consejo y embarcarlo después camino del exilio. De trío pasamos a cuarteto.
Acto 2. Jacopo, Lucrecia, Francesco y Loredano: "Addio...-Parti?... Ah, si, il tempio che mani no s'arresta"
Los carceleros, precedidos de Loredano, se llevan a Jacopo, detrás marcha lentamente el Dogo apoyado en Lucrecia. Así termina la primera escena del segundo acto. Sigue sin avanzar la acción.
ENTRADAS ANTERIORES:
1) Presentando al tenor
2) ¿Es que no piensas hacer una introducción?
3) Entra Lucrecia Contarini
4) Papá Foscari
5) El coro