Vampire Academy II y III

Pasó lo que tenía que pasar. Ojalá, y sigo cruzando dedos, que la espera no sea muy larga y que pronto la serie llegue traducida al español a las librerías. Primer día de noviembre para Richelle Mead y Vampire Academy.

En Sangre azul, la segunda parte, el triángulo amoroso Mason, Dimitri y Rose se hace patente. Ella, enamorada del segundo pero sabiendo que su amor es imposible, recordamos que por cuestiones profesionales no pueden estar juntos, decidirá dar una oportunidad al primero, al que hasta ese momento ha sido su mejor amigo.
A ello, a la lucha amorosa, se suma la batalla contra los strigoi. Los "malos" parecen haber vuelto con fuerzas renovadas y con más energía que nunca. La guerra se volverá más cruda en el tercero, Bendecida por la sombra.
"A rey muerto, rey puesto", como se suele decir. En nuestro caso, Adrian es ese rey. Lo conoceremos en el segundo y en el tercero formará ya parte de esa gran familia de personajes vampíricos, será como si desde un principio hubiese estado ahí. Él también se morirá por los huesos de Rose lo que le llevará a ayudar tanto a ella como a Lissa, la protegida y mejor amiga de la protagonista.
Es un personaje, que como todos los demás, da juego. Tiene mucho poder y esa fuerza mental le lleva a la inestabilidad emocional, algo que la última de la familia Dragomir conoce perfectamente. Rose evoluciona mucho de uno a otro libro. Madura forzosamente y a pasos de gigante.
La madre de Rose, Janine, al igual que Christian, cobra más protagonismo. ¿Arreglarán madre e hija sus diferencias? ¿Seguirán Lissa y Christian juntos a pesar de la negativa de la reina Tatiana?
Por cierto que en Bendecida por la sombra también hay fantasmas. Es la consecuencia directa de lo que sucede en Sangre azul. Y hasta aquí puedo leer. 
He apreciado mucho el detalle que tiene la autora de resumir en pocas líneas en cada libro "nuevo" lo sucedido en la novela anterior. Ayuda al lector a no perderse, le refresca la memoria.
Si el primero me gustó, el segundo me tuvo más entretenida si cabe, pero es que el tercero, no se queda atrás. La serie mejora con cada libro. Te atrapa, con ese toque de misterio y ese ir y venir de Rose y Dimitri. Quiero, necesito el cuarto ahora porque ese final... es para tirarse de los pelos. ¡Qué forma de dejar la miel en los labios! Hasta la próxima, devorador@s.
Agradecimientos Alfaguara