Revista Coaching

Vampiros emocionales sedientos de ti

Por Código Mente @codigomente

¿Te has sentido alguna vez como si te estuvieran absorbiendo la energía? ¿Crees que puedes estar siendo víctima de algún vampiro o depredador emocional? ¿Conoces a alguno de ellos?

¡¡Aprende a reconocerlos!!

Si crees que tienes alguno cerca, evita saciar esa sed que tienen de ti y… ¡¡Aléjate!!

Pero… ¿Qué son los Depredadores o Vampiros emocionales?

Cuando hablamos de Depredadores o Vampiros emocionales, estamos atendiendo a un subtipo de maltrato. Realmente es un maltrato mucho más peligroso que el maltrato físico manifiesto, ya que es mucho más enmascarado y sigiloso. El objetivo del Depredador es el desmoronamiento moral, personal, psicológico y sociológico de la víctima.

¿Cuáles son las presas más apetitosas para un vampiro emocional?

El Depredador humano sabe elegir y suele optar por las víctimas más aptas. Es decir, busca personas vitalistas, bondadosas, generosas, optimistas…personas que poseen una serie de características y cualidades personales que el Depredador envidia, anhela y desea hacer suyas.

A veces resulta difícil diferenciar entre un Psicópata y un Depredador emocional ¿Por qué? ¿Son iguales? ¿Cómo podríamos diferenciar ambos perfiles?

La diferencia básica entre ambos es que el Psicópata es un ser antisocial que nunca ha experimentado emociones. El Depredador emocional, sin embargo, ha nacido con emociones y presenta una desconexión muy fuerte entre sus emociones y su mente. Siempre ha buscado un protagonismo y sus ansias de éxito y poder son desmesuradas. Suelen ser  personas egocéntricas y normalmente tienen un gran sentimiento de inferioridad,  aparentando ser lo que no son.

¿Podemos saber dónde se da esa depredación emocional? ¿En qué entornos la podemos apreciar?

En realidad, para que pueda darse la Depredación debe existir un vínculo entre Depredador y Víctima. Un vínculo que se ha ido generado con el tiempo y la cercanía. Normalmente, cuando se da esta situación de depredación, los observadores externos parecen no darse cuenta de lo que está ocurriendo. Es como si entre Depredador y víctima, se hubiera formado una placenta invisible.

La Depredación se da en los entornos más cercanos. Se da en la familia, en la relación de pareja, en el círculo de amigos, en el trabajo…Además, puede darse en todas las edades, sexos, estratos sociales y culturas.

Este vínculo entre Depredador y Víctima se crea siguiendo todo un proceso de seducción.

Y…¿Cuáles son las fases de este proceso?

 Veamos, podemos distinguir 5  fases en la vinculación de la seducción

FASE 1: Elección de la víctima.

FASE 2: Aislamiento de la víctima.

El Depredador intenta aislar a la víctima cortando los lazos afectivos que ésta  tiene con su familia, con sus amigos… ( la víctima pierde su parcela afectiva y se separa de su entorno).

FASE 3: Dependencia emocional de la víctima con respecto a su depredador.

La víctima va perdiendo confianza. Duda de sí misma. No sabe si lo que percibe es cierto o no. Su autoestima se deteriora, tanto en el área social como en el área personal.

FASE 4: El Depredador se convierte en la figura principal de la víctima.

Es su salvador y mentor.

FASE 5: Alejamiento del Depredador con respecto a la víctima.

En realidad, se trata de la fase más perversa. El Depredador sabe que la víctima es suya. Ha conseguido paralizarla, aislarla y anularla.

Hemos de saber que un Depredador nunca va a consentir que la víctima se aleje o que trate de plantear algún cambio por ella misma. El que se aleja es el Depredador, pero siempre y cuando, la víctima esté ya capturada.

vampiros emocionales

Ahora, ya conocemos un poco a este tipo de personas. Es difícil reconocerlos a simple vista, pero seguro que después de conocer  las características que encierran, sabríais identificar a más de un Depredador emocional.

Lo que realmente es peligroso es estar en el papel de “Víctima”. El depredador emocional nunca ha tratado a la víctima como persona. La ha cosificado y utilizado.

Y… podemos preguntarnos ¿Cómo es posible que la víctima consienta este trato?

Simplemente porque ha quedado anestesiada. Ha roto sus círculos afectivos y más allá de la figura del Depredador, tienen el vacío. La víctima es consciente de lo que ocurre. Sin embargo; su dependencia emocional le impide desligarse del Depredador.

Entonces, ¿Qué es recomendable que hagan “las víctimas”?

Lo primero que han de hacer es darse cuenta de que sí que valen y reestructurar su percepción. Lo que están padeciendo puede llegar a su fin.

Es importante saber que antes de acudir a un especialista, han de recuperar sus lazos afectivos y desahogarse. Hablar de lo que les ocurre les va a ayudar, pero sobretodo han de tratar de recuperar esa parcela afectiva que habían abandonado.


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